Luego de la inesperada derrota ante Ferro Carril Oeste. En un entretenido partido jugado en Caballito el local se impuso por 2 a 1. El encuentro correspondiente a la fecha 17 de la B Nacional, tuvo en Carballo y Altamirano los goles locales y Chávez el tanto de la visita.
Más allá de la bronca del momento , el traspié no opaca en absoluto lo hecho hasta ahora por el puntero del torneo.
Y si. Fue solo eso una inesperada derrota “conseguida” por algunos aciertos del ganador sumados a unos cuantos errores del ayer justo perdedor.
Con el planteamiento habitual de Enrique Hrabina cuando sale del Monumental:. línea de cuatro, igual número en el medio un punta bien arriba y otro más retrasado. Así se paró frente a un Ferro Carril Oeste que con mucho entusiasmo y algunas individualidades se quedó con una victoria , que mañana ya será solo una anécdota en el plantel de Atlético Tucumán.
Ayer se notó- talvez más acentuado- este “descanso mental” que los jugadores decanos ya habían insinuado en el último partido jugado en Tucumán. Claro que aquella vez la practicidad y la contundencia taparon esa sutil “displicencia”
Ferro con poco se quedó con un triunfo concretado por esos errores- todos solucionables- del equipo con mejor plantel y más práctico de este campeonato.
El conjunto tucumano sigue en la punta de la tabla y , por lo menos este año, terminará bien arriba. Todos sus rivales están por debajo en individualidades y en poder ofensivo, lo que hace que Atlético Tucumán continúe siendo uno de los principales candidatos para subir al fútbol de elite de la Argentina.
El tempranero gol de Cristián Chávez cuando recién se cumplían 3 minutos de juego perjudicó al decano, puesto que dado el rival parecía que todo iba ser fácil. Ese fue el principal error de la gente dirigida por el “Quique”. Sus hombres le entregaron el protagonismo a sus rivales y esperó para contragolpear. Pudo aumentar , pero hubo poca solidaridad entres sus hombres cuando se acercaron al área rival .
Los inconvenientes que le creó Ezeqiel Carballo a la última línea - casi siempre por derecha decana- causó algunas zozobras. Así a tres minutos del final del primer tiempo el local consiguió el justo empate con un remate dentro del área chica , luego de un espectacular atajada de Lucas Ischuk.
En el segundo tiempo la cosa siguió casi igual, salvo algunos desbordes de Chávez. Cuando se jugaban 15 minutos Oscar Altamirano de zurda convirtió un gol de otro partido.
Se sintió tocado en su amor propio el decano, pero no tuvo orden para empatar y terminó perdiendo un partido que no estaba en los planes de nadie.
Pero fue una simple y rápidamente olvidable derrota.
Daniel A. Villalba
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