Los fieles católicos celebrarán el miércoles 8 el Día de la Inmaculada Concepción de María, fecha incorporada en la Argentina a la lista de feriados nacionales. Con este mismo nombre se celebra la festividad en Argentina, España, Nicaragua, Uruguay y Perú. En Oaxaca, México, se la festeja como Día de la Virgen de Juquila
El dogma de la Inmaculada Concepción sostiene la creencia de que la madre de Jesús no fue alcanzada por el pecado original, sino que estuvo libre de todo pecado desde el primer instante de su gestación.
Esta celebración no debe confundirse con la maternidad virginal de María, según lo cual Jesús fue concebido sin intervención de varón, por lo que ella permaneció virgen antes, durante y después del embarazo.
La doctrina fue definida como dogma de fe el 8 de diciembre de 1854, por la bula Ineffabilis Deus del papa Pío IX.
Desde entonces ese día se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción en toda la Iglesia Católica, aunque no entre los fieles de las iglesias protestantes y los Testigos de Jehová.
Los protestantes rechazan esta celebración ya que no creen que un dogma sea un referente válido y porque, sostienen, el culto a la virgen no se enseña explícitamente en la Biblia.
Los protestantes agregan que bajo esta óptica Dios debería haber intervenido no sólo en la concepción de María, sino en la de su madre, su abuela, su bisabuela y así sucesivamente a lo largo del tiempo.
Pero la respuesta del catolicismo es que sólo María tenía que mantenerse libre de pecado pues ella iba a concebir a Cristo, mientras que sus ancestros no.
Según el dogma, Dios preservó a María libre de toda mancha o efecto del pecado original, que fue transmitido a todos los hombres y mujeres por ser descendientes de Adán y Eva.
La expresión "llena eres de gracia" (Gratia Plena) contenida en el Saludo del Ángel (Lucas 1,28) y también en el Ave María, reafirman la doctrina de ser libre de pecado por la gracia de Dios.
La idea de María como antítesis de Eva era comúnmente sostenida en los inicios del cristianismo: si Eva había sido la causa de la perdición del género humano, María era causa de la salud al ser la madre del Redentor.
Desde el siglo V existía ya en el oriente griego una fiesta de la Concepción de santa Ana, la madre de María, que dos siglos más tarde caló en la Italia meridional, desde el siglo IX en Irlanda y desde el XI en Inglaterra.
Pero durante los siglos XII y XIV surgieron diversas controversias o debates teológicos sobre este asunto ya que, entre otros, los dominicos no creían en la inmaculada concepción de María.
El movimiento inmaculista alcanzó gran pujanza durante las edades Media y Moderna gracias a los franciscanos, grandes devotos y propagadores de esta advocación mariana.
La creencia en la Inmaculada Concepción arraigó especialmente en España, donde numerosos templos, capillas, ermitas y monumentos le fueron dedicados.
Además, María fue nombrada patrona del reino por Carlos III, quien además creó la Orden de Carlos III en su honor.
Según el historiador francés Louis Baunard, para decidir la bula que consagró el dogma de la Inmaculada Concepción, Pío IX escuchó y meditó el consejo que le había dado el cardenal Luigi Lambruschini.
"Beatísimo Padre, usted no podrá curar el mundo sino con la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. Sólo esta definición dogmática podrá restablecer el sentido de las verdades cristianas y retraer las inteligencias de las sendas del naturalismo en las que se pierden", le habría dicho.
Por su parte, el historiador Francesco Guglieta ha señalado que el tema del naturalismo, que despreciaba toda verdad sobrenatural, podría considerarse como la cuestión de fondo que impulsó al Papa a la proclamación del dogma.
No obstante, antes de hacerlo, Pío IX decidió consultar con el episcopado mundial, que en su mayoría expresó su parecer positivo, y recién ahí, ese 8 de diciembre de 1854, dictó la bula Ineffabilis Deus.
En lo esencial, la bula dice: "Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios omnipotente, en atención a los méritos de
Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles."
La Festividad de la Inmaculada Concepción es celebrada con ese nombre en países como la Argentina, España, Nicaragua, Uruguay y Perú. En Oaxaca, México, se la festeja como Día de la Virgen de Juquila; y en Veracruz, como el Día de Nuestra Señora de Cosamaloapan.
En Paraguay es el Día de la Virgen de Caacupé, patrona de ese país; en Panamá se la llama Día de las Madres, en honor a la maternidad divina de María; en Chile es el Día de la Virgen de Lo Vázquez; en Colombia, el Día de las Velitas de María; y en Lyon, Francia, es la Fête des lumières (Festival de luces) para venerar a la Virgen María.
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