Unos 800 hombres del Ejército brasileño comenzaron este viernes a desplegar un cordón de seguridad en torno de dos favelas del norte de la ciudad de Rio de Janeiro, Vila Cruzeiro, en el barrio de Penha, y Complexo do Alemao, con el fin de que miembros de las bandas de narcotraficantes no puedan huir de la policía, que patrulla esas comunidades.
El ministro de Defensa, Nelson Jobim, y el gobernador estadual, Sérgio Cabral, que fue respaldado por el presidente Luiz Lula da Silva, se reunieron para definir la participación del Ejército en el operativo contra bandas delictivas.
Narcotraficantes dispararon contra un helicóptero
policial blindado que sobrevolaba Complexo do Alemao; la
aeronave respondió al ataque, ocurrido en la mañana de hoy, hora
local, un día después de la ofensiva lanzada por la policía, con
apoyo de seis tanques de la Marina, en Vila Cruzeiro.
El conflicto urbano se extendió debido a que ante la ofensiva
policial-militar lanzada ayer, unos 500 presuntos miembros del
Comando Vermelho, el más antiguo grupo de narcos carioca,
huyeron desde Vila Cruzeiro hacia Complexo do Alemao.
Hasta la tarde de este viernes 44 personas, la mayoría consideradas oficialmente sospechosas de ser parte de grupos delictivos, murieron desde el domingo, y otras 192 fueron detenidas.
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