El presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, afirmó ayer que la discriminación racial aún no fue superada en su país, si bien se han logrado avances para terminar con ella.
"Creo que estamos lejos" de haber terminado con las "desigualdades raciales", todavía "hay discriminación" en Brasil contra los negros, afirmó hoy Lula.
"Estoy convencido de que falta mucho por hacer, va a ser
necesaria una evolución de la conciencia política de cada hombre
y cada mujer y la punición rigurosa" de quienes violen las leyes
defensoras de la igualdad racial, acotó.
Lo afirmó al recordar que el sábado pasado se celebró el día
de la Conciencia Negra, que fue feriado en algunos estados y
capitales del país.
Brasil, con 185 millones de habitantes, tiene un 50 por
ciento de negros, pardos y mulatos, según el Instituto Brasileño
de Geografía y Estadísticas.
Aunque la discriminación no fue erradicada "estamos avanzando, ya creamos el ministerio de la desigualdad racial, los quilombos (tierras entregadas a descendientes de esclavos) están siendo legalizados", comentó Lula.
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