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Racismo en el fútbol italiano

Los medios italianos alabaron ayer la reacción del internacional Mario Balotelli, que el miércoles fue nuevamente objeto de insultos racistas por parte de los aficionados "azzurri".

A diferencia de ocasiones precedentes, Balotelli no reaccionó airadamente en la cancha de la ciudad austriaca de Klagenfurt, donde Italia igualó 1-1 con Rumania.

"Deberían resignarse. Ya existe una Italia multirracial", dijo Balotelli, que no reaccionó al dejar la cancha como sucedió en el pasado.

Cada acción del delantero italiano del Manchester City, de 20 años, estuvo acompañada de abucheos. Balotelli, de padres ghaneses, nació en Palermo y fue adoptado por una familia de una ciudad cerca de Brescia.

Los "tifosi" mostraron durante el partido pancartas donde se leía: "No hay italianos negros" y "Sólo italianos en el equipo nacional". La última estaba dirigida a Cristian Ledesma, centrocampista del Lazio nacido en Argentina y que debutó el miércoles con la casaca azul.

"Con el tiempo he aprendido que lo peor que se puede hacer con aquellos que insultan es ignorarlos, así que no voy a decir nada", dijo Balotelli, según refleja hoy la prensa italiana.

"Cuando alguien que amas hace algo que no te gusta o te hace daño, uno se enfada o se amarga. Pero si es alguien que no te conoce, no haces nada. Pero no deja de ser desagradable", agregó el joven atacante, que se mostró contrario a que se hubiera parado el partido.

La Policía italiana que acompañó a los "azzurri" en Austria identificó a 41 miembros del grupo neofascista Ultra Italia, conocido por incidentes similares en partidos anteriores del equipo que ahora dirige Cesare Prandelli.

"Lo que ha pasado nos enfada y nos da rabia. Mario debe saber que todos estamos con él", dijo el seleccionador.