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Custodia policial en los entrenamientos de Quilmes

El plantel de Quilmes, que el sábado sufrió un apriete de la barra brava del club luego de la derrota ante Gimnasia, mantuvo una reunión por la tarde con los dirigentes del club y Sergio Marchi, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados. Como resultado del cónclave, se resolvió que los jugadores volverán a entrenar hoy pero con una mayor custodia policial.

“La medida es que a partir de mañana haya cuatro o cinco policías adicionales para custodiar al plantel profesional. Actualmente, teníamos un solo comisario. El plantel trabajará acá en Quilmes, sin mayores inconvenientes”, informó Carlos Coloma, vicepresidente primero, al término de la reunión

Los futbolistas habían decidido no practicar ayer y algunos pensaban la posibilidad de rescindir sus respectivos contratos con el Cervecero, luego del episodio de violencia. A su vez, el dirigente aclaró que la idea es seguir jugando en el Centenario, incluso a puertas cerradas si así lo dispone el Coprosede como sanción.

Por su parte, Marchi prometió verificar que las garantías para el plantel se cumplan: “La postura fue el repudio y contemplar el pedido que hicieron los jugadores. Mañana ( por hoy) volveremos para ver si se dan las condiciones que se prometieron. Nosotros pedimos mayores condiciones de seguridad. Este grupo minúsculo no es la hinchada de Quilmes. Hay que redoblar el esfuerzo para que este grupo no nos gane la pulseada”.

Los incidentes se desarrollaron el sábado, luego de la caída por 1-0 frente a Gimnasia en el Bosque. El micro trasladaba a los jugadores de vuelta al estadio y transitaba por la bajada de Brandsen de la autopista Buenos Aires-La Plata, cuando integrantes de la barrabrava lo estaba esperando para apedrearlo. El grupo tomó la decisión de hacer la denuncia y se dirigió a la Comisaría 3ra. de Quilmes. Y allí se enteraron de que sus autos, que también los esperaban en el estadio, habían sido rayados y en algunos casos prácticamente destruidos, según apreciaron los utileros. Se calcula que el hecho fue perpetrado por 150 barras.