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AMPLIARLos técnicos conformes

San Martín con Atlético Tucumán ya fue

Luego del empate ente santos y decanos muchos tendrán que esperar hasta la fecha 32 de la B Nacional para volver a especular, discutir, prometer, apostar y burlarse del rival. Con el empate San Martí y Atlético Tucumán dejaron conformes a todos.

Carlos Roldán y Enrique Hrabina consiguieron lo que querían:  no perder.

A los dos le sirvió el empate con el cual finalizaron el partido de la tan esperada fecha trece, donde miles de tucumanos llegaron a la Ciudadela. Ahí en esas tribunas vestidas de rojo y blanco si hubo fiesta y delirio. Un paisaje espectacular ofreció la hinchada santa.

San Martín salió con todo a buscar el gol y lo logró en poco tiempo. Siguió igual pero no pudo aumentar su ventaja, merecida por la actitud que pusieron sus jugadores en la cancha. Pero los dirigidos por el “Negro” llegan ahí nomás: a  un gol.

Atlético Tucumán se paró a esperar los embates y contó con un gran arquero que hizo fácil todos envíos aéreos. Logró el empate con pelota parada . Tuvo paciencia y sacó provecho del descuido de los defensores rivales. Como les pidió el Quique.

El segundo tiempo con el empate asegurado fue una pobre demostración de fútbol y con un rumor de “acuerdo” que sobrevoló los dos bancos. El empate estaba bien, no hay derrotados y nadie se queja.

Lo rescatable fue el comportamiento de cirujas y decanos, no hubo incidentes y la fiesta antes y durante estuvo en la Ciudadela y en el Monumental. Ojalá esto siga y algún día vuelvan a juntarse en un estadio.

Un clásico futbolero que tuco muchos condimentos en las previas, que demostró en todas las calles y bares tucumanos porque es el partido más importante entre clubes no afiliados directamente a la AFA.

Sentimientos, amor, apuestas , cargadas, brindis, festejos, promesas, alegrías, gritos, tristezas, insultos, recuerdos, anécdotas, gastos extras, locuras, llantos, risas, todo como en la vida misma así es un partido entre los dos más grandes de Tucumán: Santos y Decanos. salud por tanto amor que recibieron.
Daniel A. Villalba
villalbadaniel@gmail.com