Las historias de aventuras, iniciáticas, intimistas o de puro riesgo, son las grandes protagonistas de la séptima edición del Amazonas Film Festival, que del 5 al 12 de noviembre exhibirá más de 100 filmes de todo el mundo y que, en formato de ficción o documental, dan cuenta de los múltiples modos en que las personas se relacionan con la naturaleza.
La ciudad de Manaos, antigua "capital del caucho" y del estado de Amazonas (noroeste de Brasil), que alberga todavía los sueños de El Dorado y también a más de un millón de especies animales y vegetales, será el maravilloso escenario de la reseña que presentará obras de Brasil, Cuba, México, Venezuela, China, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
Las exhibiciones tendrán lugar en el Teatro Amazonas, construido en 1896 y que inspiró al cineasta alemán Werner Herzog para su filme "Fitzcarraldo" (1982), en el que un barón del caucho peruano -interpretado por Klaus Kinski- viajaba miles de kilómetros a través de la selva, desde Iquitos hasta Manaos, sólo para oír al tenor italiano Enrico Caruso.
La ceremonia inaugural del festival, que tendrá lugar el viernes por la noche, estará a cargo de la actriz argentina Soledad Villamil, protagonista de "El secreto de sus ojos", de Juan José Campanella, última ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera.
En total se proyectarán 145 películas, 35 de las cuales están divididas en tres competencias centrales: Internacional de Largometrajes; Selección de Cortometrajes de Brasil y Selección de Cortometrajes de Amazonas.
El filme "WasteLand", de la británica Lucy Walker, abrirá la reseña. La directora filmó durante tres años al renombrado artista plástico brasileño Vik Muniz, conocido por crear obras con materiales "imposibles", en este caso con basura.
Es una de las ochos películas que integran la Competencia Internacional de Largometrajes, junto a "Las buenas hierbas" (México), de María Novaro; "Habana Eva (Cuba), de Fina Torres, y los brasileños "Elvis e Madona", de Marcelo Laffitte, y "Luz nas Trevas, a volta do bandido da luz vermelha", de Helena Ignez e Icaro Martins, que representan la avanzada latinoamericana en este apartado.
Completan la sección el drama chino "Aftershock", de Xiaogang Feng -considerado el Steven Spielberg asiático- y las estadounidenses "Winter's Bone", de Debra Granik, y "The Oath" (El juramento a Jihad), documental de Laura Poitras.
Estas tres películas son las "destacadas" del festival y llegan con honores a Manaos. "Aftershock" representará a China en los premios Oscar 2011 por la categoría Mejor Película Extranjera y "Winter's Bone" obtuvo el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance 2010, además de encabezar las candidaturas para los Gotham Independent Film Awards, preludio de los Oscar.
En tanto, "The Oath" levantó revuelo en Estados Unidos ya que pone en jaque su política de "guerra contra el terrorismo".
Todas competirán por el premio Vôo na Floresta (Vuelo sobre la Selva), que otorgará un jurado presidido por el francés Jean Christophe Berjon, director de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, e integrado por los actores Jorge Perugorría, de Cuba, y Françoise Forton, de Brasil, y los cineastas Miguel Hermoso, de España y José Joffilly, de Brasil.
El país anfitrión está representado ampliamente en las otras dos secciones competitivas: Selección de Cortometrajes de Brasil, con 17 títulos, y Selección de Cortometrajes de Amazonas, con 10. Es lo más novedoso de la producción audiovisual local, que incluye ficciones, documentales, filmes experimentales y de animación.
Al margen de las exhibiciones, habrá conferencias, seminarios, encuentros académicos y actividades especiales.
La gran protagonista durante siete días será, sin duda, la naturaleza, ya que Amazonas es uno de los sitios más ricos en biodiversidad del planeta. También, donde los ecologistas han puesto sus ojos ya que el llamado "Pulmón Verde" del mundo está amenazado por la intensa deforestación, motivada por una explotación maderera irracional y el cultivo de soja (soya), así como por la codicia de gobiernos de otros países.
Pero es indiscutible la infinita belleza de ese oscuro laberinto verde que corre junto al legendario río Amazonas, el de mayor volumen de agua de la Tierra. La imagen evoca inevitablemente la expresión de temor y fascinación del rostro de Klaus Kinski en Fitzcarraldo, al ingresar a ese mundo desconocido, tan hostil y a la vez maravilloso.
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