El presidente Barack Obama admitió este miércoles que sufrió una "paliza" con la victoria electoral de los republicanos en las elecciones de medio mandato, debida según él a la "gran frustración" de los estadounidenses por el mal estado de la economía.
"Creo que no hay dudas de que la principal preocupación de la gente es la economía y que expresaron su gran frustración sobre el hecho de que no logramos los progresos suficientes en relación con la economía", dijo Obama.
"Creo que tenemos que asumir directa responsabilidad sobre el hecho de que no hemos logrado hacer los avances que necesitamos", reconoció el mandatario. La oposición republicana se alzó con el control de la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas, aunque no logró arrebatar el Senado a los demócratas.
Las primeras proyecciones de la jornada electoral del martes ratificaron lo que predecían los sondeos desde hacía semanas: una profunda derrota de los demócratas de Obama, catapultada por una lenta recuperación económica y por una tasa de desempleo obstinadamente elevada.
Los republicanos arrebataron al menos 52 escaños a los demócratas, más de los 39 que necesitaban para ganar el control de la Cámara de Representantes (de 435 escaños), pero no obtuvieron los 10 que necesitaban para replicar la hazaña en el Senado (100 bancas).
Con menos de dos años en el poder, a Obama se le complica seriamente su agenda de cambios. El mandatario quiere emprender importantes reformas como la energética, la educativa y la migratoria, para abrir una vía a regularizar la situación de once millones de indocumentados, la mayor parte de ellos hispanos.
"Esperamos que el presidente Obama vaya a respetar la voluntad del pueblo, cambiar el rumbo y comprometerse en hacer los cambios que (los estadounidenses) demandan", dijo el republicano John Boehner, quien se encamina a ser el futuro presidente de la Cámara de Representantes.
Obama llamó a Boehner y al jefe de la bancada republicana en el Senado, Mitch McConnell, para hacer votos por encontrar "puntos en común" que permitan hacer avanzar el país y alcanzar logros para los estadounidenses", informó un comunicado de la Casa Blanca.
©AFP/GettyImages / Chip Somodevilla
Una de las grandes derrotadas de la jornada fue la demócrata Nancy Pelosi, que hace cuatro años se convirtió en la primera mujer presidente de la Cámara de Representantes, cargo que ahora deberá ceder a Boehner.
Por el contrario, uno de los protagonistas fue Marco Rubio, republicano de 39 años de origen cubanoestadounidense, quien ganó una banca del Senado por Florida gracias al apoyo del Tea Party, un movimiento ultraconservador que provocó un auténtico sismo político tras su nacimiento, hace año y medio.
Este movimiento debe su nombre al histórico motín que preparó el terreno para la guerra de Independencia en los años 1770. Sus partidarios, airados por lo que consideran despilfarro del gobierno, lograron meter a decenas de sus candidatos en las filas del Partido Republicano para estos comicios.
Otra de las estrellas del Tea Party, Rand Paul, senador por Kentucky (centro-este), advirtió de que su objetivo era directamente "devolver el gobierno al pueblo".
El Tea Party también cosechó sin embargo algunas derrotas, como la de su polémica candidata por Delaware (este) Christine O'Donnell, o la de Sharron Angle, quien perdió el reñido pulso en Nevada (suroeste) contra el líder demócrata Harry Reid. La Casa Blanca anunció una rueda de prensa del presidente para la tarde de este miércoles.
Tradicionalmente, el partido en la Casa Blanca pierde escaños en el Congreso en las elecciones de medio mandato. Pero la derrota del martes fue particularmente dolorosa para Obama, un presidente que logró en poco más de año y medio aprobar una reforma de los servicios de la salud, lanzar un amplio programa de gasto público para sostener la economía, que perdía centenares de miles de empleos al mes, y aprobar otra reforma financiera de gran calado, para evitar crisis futuras.
Los republicanos han prometido para empezar que revocarán la vasta reforma de la salud y recortarán drásticamente el gasto público. Unos 660.000 hispanos votaron anticipadamente, según datos del principal consejero político de Obama, David Axelrod, en declaraciones a la prensa en español antes de los comicios del martes. Eso representa un 13% más que en 2006. Los hispanos representaron un 7,4% del electorado hace dos años.
Dos republicanos de origen hispano, Susana Martínez y Brian Sandoval, ganaron las gobernaciones de Nuevo México y Nevada (oeste), reflejo de la importancia del voto latino, pero en favor de un ala conservadora tradicionalmente dura hacia esta minoría.
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