El presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, dijo ayer, junto a la mandataria electa Dilma Rousseff, que es "temerario" postularse para un tercer mandato en 2014, y prometió que actuará como un "hincha desde la tribuna", haciendo fuerza para que su sucesora tenga éxito.
"A rey muerto, rey puesto", aseveró Lula tras mantener la primera reunión institucional en el Palacio del Planalto con Rousseff después de la victoria en los comicios del domingo.
"Sería una temeridad pensar ahora" en volver a ser candidato
a la presidencia en 2014, dijo Lula, mentor político de Rousseff
y quien es el dirigente más popular de Brasil, con una
aprobación superior a 80 por ciento, según varias encuestadoras.
"Quien sale del gobierno como yo voy a salir", el 31 de
diciembre, "tiene la responsabilidad de contar hasta un millón
antes de decidir", si vuelve a ser candidato a la presidencia
observó Lula, electo en 2002 y reelecto en 2006.
Lula da Silva se refirió reiteradamente a que no está interesado en un tercer mandato, pero nunca descarta de forma tajante esa hipótesis.
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