Brasil anunció ayer el hallazgo de lo que puede ser su mayor reserva petrolera de la historia, un yacimiento submarino que fue explorado por el Estado y que alcanzaría una capacidad de producir el equivalente a 15 mil millones de barriles de crudo, informó la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).
Se trata del pozo de Libra, ubicado en la Cuenca de Santos, frente a las costas de los estados de Rio de Janeiro y de Sao Paulo, y se suma a los hallazgos que desde 2007 realiza la empresa estatal Petrobras en la región.
"El volumen recuperable de petróleo del Estado puede variar
entre 3.700 millones de barriles y 15 mil millones de barriles,
siendo la estimación más probable de 7.900 millones de barriles,
según la certificadora Gaffney, Cline & Associates°, informó un
comunicado de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).
El pozo está ubicado a 183 kilómetros de la costa, a casi 2
mil metros de profundidad.
El nuevo yacimiento es considerado superior al del Tupí,
operado por Petrobras, la angloholandesa Shell y la portuguesa
Galp, que comenzó a extraer crudo comercialmente el jueves, en
una ceremonia en la que participó el presidente Luiz Lula da
Silva.
Con el campo de Libra, la ANP informó que el volumen estimado
de hidrocarburos recuperables del yacimiento submarino es
superior a todas las actuales reservas probadas brasileñas,
cercanas a los 14 mil millones de barriles de petróleo.
Sin contar el campo de Libra, hasta ahora la Cuenca de
Santos, considerada el tesoro submarino de Brasil para los
próximos treinta años, tenía potencial confirmado de unos 20 mil
millones de barriles de crudo.
El petróleo descubierto en la Cuenca de Santos fue protegido
por el gobierno, que suspendió en 2007 todas las rondas de
concesiones a empresas privadas y cambió la ley para esa región
petrolera.
El gobierno ahora dio prioridad a Petrobras en la exploración
y explotación de esa región y si empresas privadas, tanto
nacionales como extranjeras, entran en la extracción deberán
dividir las ganancias con el Estado Federal, ya que para estos
campos petroleros no existe más la distribución de royalties.
La política petrolera es una de las banderas de la candidata oficialista a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, favorita al balotaje del domingo contra el opositor José Serra, a quien acusa de intentar retomar el viejo modelo de concesiones en las áreas de bajo riesgo, como la Cuenca de Santos.
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