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Iglesia chilena desplaza a sacerdote acosador

El arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, nombró al religioso Fernando Vives como interventor de la Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón, que controlaba el sacerdote Fernando Karadima, quien enfrenta acusaciones ante la justicia eclesiástica y laica por abusos sexuales denunciados por ex postulantes al sacerdocio.

Errázuriz nombró un consejo directivo de transición, encabezado por un delegado episcopal, el sacerdote Fernando Vives, quien investigó el entramado financiero de Karadima como ex párroco de la Iglesia del sagrado Corazón del Bosque, en la acomodada comuna de Providencia.

Un reportaje periodístico dejó al descubierto que la Unión Sacerdotal poseía cuantiosos bienes inmuebles y reveló que Karadima semanalmente recaudaba en las misas dominicales el equivalente a 8.000 dólares.

Karadima estuvo por 25 años a cargo de esta Parroquia, que ejerció una gran influencia en los años 80 en los jóvenes y formó sacerdotes, entre ellos, cinco obispos actuales. El obispo Andrés Arteaga, director de la Unión Sacerdotal y ferviente defensor de Karadima, fue destituido de su cargo pero continuará como obispo auxiliar de Santiago, informó un comunicado del arzobispado.

La nota advirtió que "el nombramiento de este nuevo consejo directivo no ha sido solicitado ni sugerido por la Santa Sede, sino realizado en virtud de la responsabilidad pastoral que le cabe a todo obispo".