La última semana de campaña hacia los comicios presidenciales brasileños estará marcada por debates televisivos entre los candidatos Dilma Rousseff y José Serra, y por el inicio de la explotación de las reservas gigantes de petróleo, acto que encabezará el mandatario Luiz Lula da Silva.
Fuentes de los comités de campaña del Partido de los Trabajadores (PT), oficialista, y Socialdemócrata (PSDB), dejaron trascender que el día clave será el viernes, 48 horas antes de los comicios, cuando Rousseff y Serra animarán el debate en la TV Globo, la de mayor audiencia nacional.
En tanto los presidenciales iniciaban este domingo sus preparativos para el duelo televisivo que los tendrá frente a frente el lunes próximo en el canal Record, ligado a la Iglesia Universal, neopentecostal.
Rousseff, ex ministra del presidente Lula da Silva, venció el primer turno con el 46,9 por ciento de los votos y Serra, que fue ocupó ministerios durante el mandato de Fernando Henrique Cardoso, se ubicó segundo con el 32,6 por ciento.
Ambos participaron de dos encuentros televisivos tras el primer turno celebrado el 3 de octubre.
En el primero Rousseff habría vencido, según algunos analistas, al tomar la iniciativa y acusar a su adversario de ser el responsable de una campaña de "calumnias" en Internet y alentar el debate "religioso" sobre el aborto.
Es tema, aborto, perdió peso en los últimos días, pero aún genera polémicas.
Luiz Bergonzini, obispo de Guarulhos, segunda ciudad de Sao Paulo, dijo que el PT y Rousseff, defienden la "muerte" por ser favorable al aborto.
En el segundo debate televisado entre Serra y Rousseff, el opositor habría sido el vencedor, al mencionar los "escándalos de corrupción" que involucraron a ex colaboradores de Rousseff.
Las acusaciones sobre irregularidades fueron uno de los ejes de la campaña opositora este fin de semana luego de que los principales medios revelaron informaciones en que son acusados miembros del gobierno.
No se descarta que ese temario sea incluido en los discursos de campaña y spots televisivos del PSDB hasta el jueves, cuando concluye el horario de propaganda.
Es de esperar que el PSDB también acuse a Lula, como lo hizo hoy Serra, de utilizar la "maquina" gubernamental para respaldar a Rousseff.
Está previsto, no confirmado, que Lula anuncie el inicio de la explotación de las reservas gigantes de petróleo, estimadas en unos 50.000 millones de barriles.
Uno de los datos importantes es que aún hay un 6 por ciento de indecisos, y si todos esos votos se volcaran hacia Serra, éste sería electo.
Pero esa hipótesis es poco probable dijo el politólogo Eurico Figueiredo de la Universidad Católica de Rio de Janeiro.
Los dos contendientes tienen previsto realizar actos de cierre en la región sureste (Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro) que concentra el 43 por ciento de los votos.
Serra es más fuerte en Sao Paulo, estado del que fue gobernador y donde hay 30 millones de electores, es decir el 23 por ciento del padrón nacional.
Rousseff corre con ventaja en Minas y Rio, que sumados tienen unos 25 millones de electores.
Sin embargo en los últimos días el poderosos PSDB de Minas, al parecer comenzó a mover su estructura a favor de Serra.
El otro componente de esta semana será el discurso que petistas y socialdemócratas dirigirán hacia los 20 millones de electores que en la primera vuelta sufragaron por Marina Silva.
En ese sentido el presidente Lula participará de un acto oficial con los habitantes de la Amazonia que perdieron sus casas debido a la construcción de grandes represas hidroeléctricas.
Ese evento puede tener alguna connotación electoral dado que la ecologista Marina Silva ha criticado la implantación de grandes represas debido al impacto que éstas tienen en la floresta.
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