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Rousseff amplía ventaja sobre Serra

La candidata presidencial brasileña Dilma Rousseff, favorecida por la popularidad del mandatario Luiz Lula da Silva, aumentó su aprobación entre los electores y cuenta con el 56 por ciento de intenciones de voto frente al 44 por ciento de su adversario, José Serra, informó este viernes la consultora Datafolha.

Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) avanzó del 54 al 56 por ciento de los votos válidos, excluidos los en blanco y nulos, respecto a una encuesta realizada hace una semana por Datafolha.

En cambio José Serra, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), retrocedió del 46 al 44 por ciento en una semana. La consulta realizada por la agencia de opinión pública del diario Folha de Sao Paulo tiene un margen de error de 2 puntos positivos y negativos. Rousseff y Serra, que se ubicaron primera, con el 46,9 por ciento y segundo, con el 32,6, en el primer turno electoral del 3 de octubre, disputarán el balotaje el 31 de este mes. La aprobación de Lula da Silva, fundador y líder del PT, favoreció el crecimiento de las intenciones de voto de Rousseff, consignó Datafolha.

Lula cuenta con el 82 por ciento de popularidad, el mayor índice desde que asumió el gobierno en enero de 2003. El apoyo de Lula y su gobierno, del cual Rousseff fue ministra durante 7 años, es la más alta obtenida por un mandatario desde que Brasil retornó a la democracia en 1985, tras 21 años de dictadura militar.

"Le pido su voto por Dilma", dijo ayer Lula en un programa publicitario, y luego aseguró que si ésta vence se dará continuidad a la política de fortalecimiento de Petrobras.

La semana próxima la estatal Petrobras iniciará la explotación comercial de las reservas gigantes de crudo ubicadas en aguas profundas, en una región conocida como "pre sal". "Para que Brasil se torne potencia mundial hay que garantizar que el presal no sea privatizado, el presal es nuestro pasaporte hacia el futuro" aseveró Lula, y afirmó que si vence Serra es posible que esas reservas pasen a manos privadas.

El mandatario se dedicará casi exclusivamente a participar en actos de campaña a favor de Rousseff hasta el 28 de octubre, cuando concluye el calendario electoral y se inicia la veda proselitista, informó hoy Folha de Sao Paulo.