"El folclore es parte de un proceso social"

“La idea del cancionero del Pato Gentilini surgió luego de que saliera el cancionero del Chivo Valladares, así que el mérito de es Leopoldo Deza. Entonces pensé que hay que seguir adelante con los otros compositores del folclore tucumano. Lo que hice fue pulirle algunos detalles técnicos de la escritura del Pato, sobre todo correcciones de algunos cifrados”, contó el profesor Ricardo Kaliman que hace unas semanas sacó el libro Toda vida y llena de alma. Cancionero delPato Gentilini.

El libro contiene los textos de 120 piezas. 49 canciones fueron grabadas en el CD, la mayoría por Matamba y por La Salamanca grande. También está la versión completa de "Jesucristo año 2000" obra conceptual que Gentilini compuso junto a José Augusto Moreno. Otros intérpretes son Alicia Soria, Lucho Hoyos y Lorena Astudillo. “Este cancionero constituye, solamente, las dos terceras partes de la obra del Pato”, indicó.

Para Kaliman “Gentilini no es solo un compositor creativo y versátil, sino que tiene una diáspora muy grande. Tiene capacidad de manejo de distintos tipos de lenguajes. Además fue un impulsor de la música folclórica, es una figura clave del proceso del desarrollo del folclore en Tucumán, desde que formó los Huyan Sunaj o se hizo cargo del grupo La Salamanca, un grupo fundado por Octavio Corbalán". También "en los años ’80 formó a mucha gente joven. Siempre tuvo esa voluntad de enseñar. De esta manera pasaron por esa escuela Lucho Hoyos, Alicia Soria, Viviana Taberna. Además como difusor jugó un papel fundamental, fue quien más hizo para que se conozca la música del Chivo Valladares. O sea que es un productoractivo de la cultura tucumana”.

Un trabajo abordado desde la Sociología de la Cultura

Este importante libro lleva un estudio introductorio, bastante extenso, allí “trato de situar al Pato como compositor, dentro del contexto histórico del folclore y la sociedad argentina. Teniendo en cuenta que el folclore es parte de un proceso social. De este modo, música y letra deben conformar una unidad, incluso cuando la letra no la escriba el propio compositor, ya que para que la pieza funcione el compositor debe empaparse con las letras. Justamente el cancionero está distribuido de acuerdo a los letristas con los que más trabajó Gentilini, formando subcancioneros”, explicó con rigurosidad. Es decir que “su personalidad se conjuga con la del poeta”, sostuvo.

En este sentido el especialista puso como ejemplo a Lucho Díaz, “poeta de la lucha obrera de Bella Vista, pero que también toca temas sobre el amor y en su último tiempo, escribía sobre la existencia, sobre la condición humana. A su vez, Lucho tiene piezas con otros autores como el Chivo Valladares, entonces en cada una de esas confluencias se forman otros subcancioneros, ya que la confluencia entre dos personalidad dejan como resultado una síntesis”, destacó.

Las investigaciones de este docente, marxista por momentos, son abordadas desde lo que se denomina Sociología de la Cultura. “Un campo disciplinario que se fue generando con el correr de los años a partir de mucha gente que está en el tema y vienen de formación de estudios literarios, de la antropología o de la sociología. Por eso creo que la cultura no es un sistema simbólico en abstracto, tampoco pienso que sea una negociación entre espíritus particularmente sensible, sino que es algo que tiene sus raíces en las relaciones sociales y en los intercambios, donde esos códigos se establecen, formulan, transforman, enriquecen o entran en conflicto con otros códigos debido a las relaciones de poder”, expuso de forma brillante.

Ricardo Kaliman es, además, autor del libro Alhajita es tu canto. El capital simbólicode Atahualpa Yupanqui. Profesor asociado de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán, donde dicta Análisis y Estudios Literarios y Culturales.

Sebastián Ganzburg

sebaganzburg@gmail.com