Mapuches: Juez impedido de negociar

El ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, opinó que "grupos radicalizados están planteando cosas que son imposibles en un estado de derecho", en referencia a la petición de los huelguistas.

"Pretender que se sienten a la mesa todos los poderes del Estado es la antítesis de la democracia, de un estado de derecho, eso es más propio de una dictadura. Estamos en un país que respeta sus instituciones y nadie puede pretender sentar a la mesa a poderes que son independientes", agregó.

Larroulet exhortó a los comuneros a deponer la huelga: "Sin vida no hay diálogo posible, sin vida no hay justicia posible, sin vida no hay progreso posible. Al vocero Rodrigo Curipán le digo que depongan la huelga de hambre, que convenza a sus comuneros y que no juegue con la vida de ellos y avancemos en lo que ya acordamos".

El arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, facilitador del diálogo, admitió que hubo un "retroceso muy significativo" en las negociaciones, que se escaparon "de lo racional".

"La base que se había obtenido de acuerdo entre el Gobierno y los abogados de los comuneros era objetiva para poder resolver el problema. Naturalmente quedaban problemas afuera, pero la misma declaración establecía que los puntos que los comuneros invocaban se habrían dialogado posteriormente, incluso con la mediación que se me pedía", declaró a la radio ADN.