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AMPLIARHrabina, DT de Atlético y Roldán, DT de San Martín

Hrabina y Roldán salvaron la ropa

Con el afortunado triunfo de Atlético Tucumán y el angustioso empate de San Martín, los técnicos podrán respirar más tranquilos en esta semana. Ambos equipos jugaron un partido más para el olvido que para el aplauso.

Ambos conjuntos siguen sin redondear una actuación acorde a las expectativas creadas en la pretemporada.

Atlético Tucumán con una excelente plantel lleno de nombres y cifras altas todavía no consiguió un triunfo que aliente con firmeza las esperanzas de ascenso. Enrique Hrabina prueba y prueba y lo que sucede en el campo de juego no está ni  cerca de lo que el pretende. Van ocho fechas y el equipo sigue con una desprolijidad que alarma a todos sus seguidores y obviamente al cuerpo técnico. El domingo con más suerte que fútbol se quedó con tres puntos importantes. Por lo menos para calmar las aguas, que todavía no bajan turbias. Jugando así será muy difícil volver a primera.

Por el lado de San Martín el empate conseguido el sábado fue mucha más que suerte y le sirvió al técnico acomodar las cargas un poquito. Carlos Roldán y su equipo continúan con un rumbo incierto. No juega bien y encima no lastima en las pocas situaciones que le son favorables.

Da pena ver como dos grandes del fútbol argentino como los son Atlético Tucumán y San Martín sean vapuleados por cualquier rival tanto de local como de visitante. Ambos conjuntos siempre están para la cachetada.

Si bien es cierto que en este torneo de segunda división cualquiera le gana a cualquiera y el fútbol que se  muestra no es del mejor también es cierto que Roldán y Hrabina no hacen mucho para cambiar la situación.

Solo con trabajo dicen, y lógico, pero si se trabaja mucho en la semana para tener pocas fallas durante el partido y estas se siguen produciendo los cambios deben ser más drásticos.

Ahora me pregunto ¿ No será que pido mucho?. Digo porque por lo demostrado hasta ahora por los dirigidos de Enrique Hrabina y Carlos Roldán las posiciones que tiene en la tabla es la justa.

Daniel A. Villalba