AMPLIARLula, presidente de Brasil

26/09/2010 - En General

Brasil de los BRIC, con tareas pendientes para consolidar proyección mundial

Brasil se convirtió, de la mano del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, en una de las cuatro grandes economías emergentes del planeta, los llamados BRIC, pero todavía tiene tareas internas pendientes para consolidar su proyección mundial, estiman analistas.

Con 193 millones de habitantes y un mercado en ebullición que atrae a grandes firmas extranjeras por su potencial, el gigante sudamericano se perfila junto a Rusia, India y China (con quienes conforma el grupo de los BRIC), como una de las grandes economías del futuro y un socio comercial codiciado por las grandes potencias.

Ahora, a las puertas de unas elecciones presidenciales en las que el carismático Lula no participará como candidato, la perspectiva más probable, según los expertos, es que la profundización de las relaciones de Brasil con ese bloque continúe, de la mano de la candidata oficialista y amplia favorita en los sondeos, la ex ministra Dilma Rousseff.

 

Para el analista André Pereira César, de la Consultora CAC, "si se confirma la victoria de Rousseff, no habrá cambios con relación a la política externa seguida por el actual gobierno, de modo que consolidar la presencia de Brasil en el grupo BRIC seguirá siendo asunto importante de la agenda".

Incluso, si el vencedor fuera el opositor socialdemócrata José Serra -quien está más de 25 puntos detrás de Rousseff en los sondeos- "no se puede dejar de lado un espacio de interlocución como los BRIC", que reúne a los dos países más poblados del planeta (China e India), y al principal productor petrolero mundial (Rusia), remarcó el experto.

David Fleischer, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia, coincidió con su colega, y señaló que "las mayores diferencias entre Rousseff y Serra tal vez estén en las relaciones exteriores, en particular en la región; pero el grupo de gigantes emergentes es demasiado poderoso, no habría cambios allí".

Cómodo entre los gigantes, el carismático Lula reunió en abril en Brasilia al presidente ruso Dmitri Medvedev, al chino Hu Jintao y al primer ministro indio Manmohan Singh.

Responsable de una política económica cuyos resultados podrían valerle la elección de su sucesora, Lula y su equipo dejarán al próximo jefe de Estado un país económica y financieramente estable. Pero aún le quedan tareas pendientes si quiere mantenerse a la altura de los otros gigantes del BRIC.

La clave para los expertos consultados por la AFP, es el desarrollo de infraestructura industrial, de carreteras y aeroportuaria, para que acompañe las expectativas de crecimiento y consolide la actual pujanza del país.

Gilson de Lima Garófalo, vicepresidente de la Orden de los Economistas de Brasil (OEB), estimó que la infraestructura es la limitante principal del país, y "está afectando y pesando sobremanera en el panorama económico nacional".

"Mientras no haya una inversión sólida en el sector de transporte, que incluya las carreteras, nuestra situación, el llamado 'costo Brasil', se va a ver muy influido", dijo Garófalo.

"¿Por qué Brasil destina tan poco de su PIB a invertir?", se preguntó el economista Gustavo Franco, socio de Rio Bravo Inversores y ex presidente del Banco Central (1993-1999), durante un seminario en Sao Paulo.

Las carencias de infraestructura en general en Brasil, no sólo para el desarrollo del comercio sino también para la vida cotidiana de los brasileños, son reconocidas por el gobierno y los candidatos, al punto de que ambos se comprometieron a profundizar la llamada Política de Aceleración del Crecimiento (PAC), que atiende estas áreas.

En marzo el gobierno estimó en casi un billón de dólares los fondos necesarios para un plan de infraestructura pública en el país, que constituiría el PAC 2.

La iniciativa estará destinada entre otras a obras de logística y viviendas populares, a la desgastada red de energía eléctrica y de agua, saneamiento y urbanización de asentamientos precarios, además de modernización de vías férreas y puertos, entre otros.

La preocupación del gobierno y los expertos se centra ahora, en esta última parte del mandato de Lula, en el mantenimiento de la cotización de la fortalecida moneda local, el real, que amenaza la competitivad de productores y exportadores con relación a sus socios emergentes.