Una nueva reunión comenzó ayer entre el gobierno chileno, la Iglesia Católica y representantes de los mapuches en huelga de hambre, para buscar una solución urgente a los 35 comuneros que cumplieron 75 días sin ingerir alimentos.
En la sede del arzobispado de Concepción (500 kilómetros al sur de Santiago), el subsecretario de la Presidencia, Claudio Alvarado; el arzobispo de Concepción, monseñor Ricardo Ezzati, y representantes de los comuneros mapuches en huelga de hambre volvieron a encontrarse tras la cita de la noche del jueves.
Trascendió que el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet (uno de los hombres del gabinete más cercano al presidente Sebastián Piñera) conversó de manera reservada con Ezzati, luego que éste anunciara que no iba a seguir participando en las reuniones.
La reunión tripartita se realiza en forma paralela a la Mesa de Diálogo que se inició en Temuco (670 kilómetros al sur de Santiago), en el cerro Ñielol, donde no fueron convocados representantes de los mapuches en huelga ni sus abogados.
Adolfo Montiel, quien defiende a Héctor Llaitul, máximo dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco, anunció que su cliente le anticipó que se podría deponer la huelga de hambre en las próximas horas, según la estatal Televisión Nacional.
En tanto, la Corte Suprema ratificó en última instancia que los comuneros mapuches en huelga de hambre hace 75 días deben ser alimentados en forma obligatoria para preservar su vida.
Los mapuches en huelga piden no ser juzgados por la ley antiterrorista.
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