El gobierno de Paraguay acusó ayer a Argentina de desviar en forma inconsulta hacia su territorio el río Pilcomayo, que comparten ambos países, y pidió una reunión urgente con la Comisión Binacional respectiva.
"Es un atentado contra la soberanía nacional", expresó hoy al respecto el ministro de Obras Públicas, Efrain Alegre, quien visitó al canciller Héctor, Lacognata, para solicitarle un reclamo urgente al gobierno argentino.
"Se trata de un asunto sumamente grave", agregó.
Juan Néstor Núñez, presidente de la Asociación Rural del
Paraguay, la entidad que agrupa a ganaderos, acompañó a Alegre
en su visita al canciller.
"Están matando el Chaco, porque si no hay agua, no hay vida",
dijo el productor, aludiendo a que esa región, en la parte
regada por el Pilcomayo, es eminentemente ganadera.
Agregó que "los países grandes hacen lo que quieren,
atropellan la soberanía de otros países".
Horacio Sosa, experto en la cuestión del Pilcomayo, dijo a
ANSA que Argentina desvió por primera vez el río en 1991, "en
forma inconsulta", afirmó.
Ese desvío se produjo a raíz de que fueron colmados
centenares de kilómetros del Pilcomayo por los sedimentos que
arrastra el río desde su nacimiento, en las estribaciones de los
Andes, y afecta a la región del Chaco paraguayo.
Sosa agregó que luego de la protesta paraguaya, ambos países acordaron abrir canales a ambos lados -unos 400 kilómetros al oeste de Asunción- para la captación del agua en partes iguales y permitir su escurrimiento en sendos territorios.
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