Desastres: 2.570 millones de habitantes vulnerables

Una conclusión clave es que "entre dos tercios y la mitad de la población de la mayoría de las ciudades de países de bajos y medianos ingresos vive en asentamientos informales donde es común que las autoridades locales se nieguen a ofrecer la infraestructura y los servicios esenciales que tanto contribuyen a reducir el riesgo de desastres".

El motivo principal de que haya tantos afectados por los desastres urbanos se debe a que "1.000 millones de personas viven en casas precarias situadas en lugares sin ninguna infraestructura de reducción de peligros ni servicios". "Un año cualquiera, más de 50.000 personas pueden morir en un terremoto y otros 100 millones verse afectadas por inundaciones; los más afectados suelen ser los habitantes vulnerables de las ciudades", sostiene el informe.

El secretario general de FICR, Bekele Geleta, dijo que "existe un enorme déficit de la infraestructura y de los servicios que reduzcan el riesgo para gran parte de la población de América Latina, Africa y Asia". Consideró que se debe disminuir "esa disparidad del riesgo urbano porque, de lo contrario, este último será revelado en forma muy cruel por el cambio climático en los años venideros".

El reporte destaca la importancia de una buena gestión gubernamental en las ciudades para mejorar la calidad de vida. En ese sentido, afirma que un buen gobierno puede "asegurar que los habitantes sean capacitados y participen en el desarrollo de su entorno urbano en lugar de que se les margine y se les deje expuestos a los desastres, el cambio climático, la violencia y la mala salud".

Para 2020, las 1.000 millones de personas que hoy viven en barrios marginados o asentamientos superpoblados pueden pasar a ser 1.400 millones, según el documento de FICR, que subraya que en Africa la población urbana es de 412 millones de personas y ya supera la de Norteamérica, de 286 millones.