La historia oficial de los primeros cuarenta años de los servicios de espionaje británicos MI6 están contenidos en un libro publicado ayer, que destruye mitos sobre la agencia y revela innumerables operaciones de los agentes secretos.
El libro -titulado "MI6. La historia del Servicio Secreto de Inteligencia 1909-1949"- ha sido escrito por el profesor Keith Jeffery, del Queen's University de Belfast, que ha tenido acceso sin restricciones a los archivos de la agencia desde su formación, en 1909, hasta el comienzo de la Guerra Fría, si bien no estaba autorizado a nombrar a los traidores.
El acceso de la gente a estos archivos es imposible, "así que, cuando los vi -dijo el autor, que presentó su libro en el Ministerio de Exteriores-, me sentí como un niño en una tiende de golosinas", Entre otras cosas, el texto -de 800 páginas- destruye la idea de que los agentes tenían "licencia para matar", pues, aunque portaban armas y recibían entrenamiento para su uso, sólo las llevaban como defensa propia, si bien por entonces el espionaje era un trabajo peligroso y muchos agentes perdían la vida.
También es un mito que el MI6 no anticipase la amenaza del nazismo porque estaba obsesionado con el auge del comunismo. En 1935, el entonces jefe del MI6, Hugh Sinclair, escribía: "Está claro que, en el futuro, Alemania, Japón e Italia tendrán que ser considerados como posibles enemigos, igual que la Rusia Soviética".
La agencia no fue nunca un organismo independiente fuera del control político, ya que desde su creación ha estado bajo la supervisión del Ministerio británico de Asuntos Exteriores. En sus operaciones en América del Sur, el libro hace referencia en particular a la búsqueda de agentes nazis en el continente. Una historia interesante es la del agente "Biffy" Dunderdale, considerado por muchos inspiración del personaje de James Bond creado por Ian Fleming, ya que le gustaban los autos veloces y pasar mucho tiempo en el "pub" (bar) y era amigo de Fleming.
Jeffery relata en su libro el caso de un agente apodado "TR16", que trabajó para los servicios secretos durante la I Guerra Mundial y consiguió pasar información naval desde Alemania. Pero el profesor expresó su satisfacción por haber acabado su labor en el año 1949, cuando comenzaba la Guerra Fría, ya que por entonces surgía el mayor traidor del MI6, Kim Philby.
"Me caí de rodillas y le agradecí a Dios que fuese hasta 1949. 800 páginas (las que tiene el libro) y contener todo en ese periodo es suficiente", explicó. "Si quieres encontrar al verdadero James Bond, con verdadero coraje, están todos aquí, en este libro", puntualizó el profesor, que recibió el encargo de escribir esta obra hace cinco años del entonces jefe del MI6, John Scarlett.
El mismo Scarlett -que estuvo en la presentación de hoy- destacó la importante labor y los logros conseguidos por la agencia durante las dos guerras mundiales, ya que "se marcó objetivos de mucho estrés en cinco continentes" a fin de afrontar las amenazas de entonces.
Los servicios de espionaje empezaron bajo el liderazgo de Mansfield Cumming, que creía de manera casi obsesiva en el secreto. "Creo que estaría sorprendido de verme aquí presentando este libro sobre su servicio", dijo Scarlett, quien insistió en que el MI6 "dependía y depende de mantener secretos los secretos".
El libro, explicó Scarlett, trata también de explicar la importante labor de la agencia en la esfera gubernamental y la "contribución de los agentes en las decisiones políticas".
En la presentación del libro, publicado por la editorial Bloomsbury, Jeffery explicó que muchos documentos fueron destruidos, más por necesidad de espacio físico que por temor a que algunos secretos pudieran salir a la luz con el tiempo. "La realidad es más difícil que la ficción. Porque uno está tratando con gente real, uno se da cuenta de sus debilidades y fortalezas", resaltó el historiador.
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