En el estadio 23 de Agosto, en San Salvador de Jujuy, estaban jugando el dueño de casa, Gimnasia y Esgrima con Atlético Tucumán. Por lo que iban haciendo hasta la mitad del segundo tiempo parecía que terminaban con un cero cada uno. Pero en dos minutos el Lobo con goles de Di Vanni y Britos se quedó con el triunfo ante un Decano que consiguió un gol por medio de Vargas.
Que caro son los delanteros a la hora de contratarlos y que barato son sus rendimientos.
Atlético Tucumán lleva una anemia goleadora desde hace mucho tiempo. Enrique Hrabina clamó en la pretemporada , en el inicio y clama ahora por alguien que la meta en el arco rival. Ya ni los defensores convierten.
Entre Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Atlético de Tucumán (como dicen los colegas porteños) se desarrolló durante casi 70 minutos un partido chato sin emociones destacables, con calor en las tribunas y en el clima y no en los hombres que estaban protagonizando un cotejo por una fecha de la B Nacional. El primer tiempo finalizó con un 0 a 0 justo y merecido para ambos.
En el segundo tiempo no varió en mucho la situación futbolística. Todo seguía como era entonces (decía famoso relator). Poco juego, mucho calor, mucha cautela, poco riesgos en los arcos, mucho enredos en el medio.
Hasta que en tres minutos se “calentó el ambiente”. A los 33 gola de Guido Di Vanni y 2 minutos después otro tanto de Gustavo Brito. Bocadazo del “Lobo” y partido liquidado. Descontó Claudio Vargas a los 43 con un zapatazo que sacó desde unos 40 metros.
No alcanzó el tiempo para empatar y el 2 a 1 se quedó flotando junto a la sensación que por estas horas recorre 25 de Mayo y Chile.
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