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AMPLIARBillete de Real brasilero

ONU: crecimiento de América Latina en peligro por fuerza de sus monedas

La apreciación de las divisas latinoamericanas podría afectar la competitividad de las exportaciones de la región y desacelerar el crecimiento de esos países en 2011, con un impacto negativo para la reactivación mundial, estimó el martes la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

"El peligro, una vez más en ciertos países latinoamericanos, en particular en Brasil, está vinculado con una fuerte apreciación de las monedas estos últimos meses", indicó el economista Heiner Flassbeck, al presentar el informe anual de la UNCTAD en Ginebra.

En efecto, las monedas latinoamericanas no dejan de reforzarse frente al dólar desde principios de año.

El mejor ejemplo de esta situación la brinda el real brasileño, que alcanzó el pasado 10 septiembre su nivel más alto ante el billete verde, a 1,7202 unidades por dólar.

En lo que va del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que en 2007 inició su segundo mandato tras asumir en 2003, el real se apreció un 105,38%, pasando de 3,533 por dólar a su valor actual.

Flassbeck teme que esas apreciaciones "reduzcan las exportaciones latinoamericanas", al volverse menos competitivas, lo que podría traducirse en una caída del poder adquisitivo de los consumidores y un crecimiento más débil en los países de la región.

Además, una desaceleración de la actividad económica en América Latina tendrá consecuencias en el resto del mundo, en la medida en que los países de esta región y los de Asia son los que empujan actualmente el crecimiento mundial, según el informe de la UNCTAD.

Con sus volúmenes de intercambios comerciales otra vez en los niveles anteriores a la crisis, el PIB (Producto Interior Bruto) de América Latina crecería este año un 5%, mientras que el de Asia lo haría en un 8%, de acuerdo con las proyecciones de esta agencia de Naciones Unidas.

De su lado, el PIB real mundial sólo crecería un 3,5% en 2010, según la UNCTAD, que observa un nueva aceleración del crecimiento de la producción en casi todas las regiones con excepción de la Unión Europea (UE).

Pero frente a los recortes presupuestarios adoptados por los gobiernos, Flassbeck se muestra menos optimista para 2011 y espera un crecimiento de entre 2% y 2,5% del PIB.