El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, deploró ayer el terrorismo al recibir a su colega colombiano, Juan Manuel Santos, quien destacó la importancia del diálogo y de evitar litigios en las relaciones con los países de la región.
"Nada justifica al terrorismo como instrumento de la lucha política, no somos una región de conflictos, de revueltas ni de censura, Brasil es solidario con Colombia en su lucha por la paz", declaró el gobernante brasileño.
Agregó que son tiempos de "retomada del desarrollo con
estabilidad creciente, inclusión social y profundización de la
democracia".
Antes del discurso de Lula, su asesor internacional, Marco
Aurelio García, había expresado las críticas del gobierno al
grupo guerrillero FARC y dijo que Brasil no interfiere en
asuntos internos colombianos.
Lula habló hoy durante el almuerzo ofrecido en honor de
Santos en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de
Relaciones Exteriores en Brasilia.
"El problema de las FARC es un problema interno, pedimos que
se respete, todos los países de la región rechazan el
terrorismo, rechazan los métodos violentos para lograr
objetivos", dijo el presidente anfitrión.
Tanto Lula como su colega destacaron el clima de aproximación diplomática que impera actualmente entre Brasilia y Bogotá.
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