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AMPLIARDerrota decana a cancha llena

La Gloria se fue contenta del Monumental

No era para menos luego del triunfo ante Atlético Tucumán por 2 a 1. Instituto sin demostrar superioridad se volvió a Córdoba con los tres puntos. El decano sin mostrar nada se quedó con eso.

Ante una muy buena cantidad de público el local no pudo superar a la visita.

Un partido ordinario lleno de errores y en un juego aburrido, el equipo dirigido por Claudio Vivas acertó solo dos veces y,  eso le sirvió para "nublar" la soleada  tarde tucumana en Barrio Norte.

Enrique Hrabina salío a buscar los tres puntos con un tridente ofensivo que ilusionaba a los miles de decanos que recibieron  espectacularmente  a su equipo. Tanto la popuñar como la platea mostraban sonrisas en los minutos iniciales. Y claror, el Quique tiene un plantel para soñar con retornar a primera. Pero ayer todos los que vistieron, salvo Lucas Ischuk,  la nueva celeste y blanca nomostraron aptitud para ganar el partido que en la previa parecía accesible. La actitud de triunfo no les faltó es obvio. No pudieron trasformar las ganas en merecimientos, los errores en aciertos y la oscuridad en claridad.

En partido trabado y con muchos errores por ambos lados sobre los 15 minutos Raúl Damiani, aprovechó un envío desde la derecha y a un metro del piso puso la cabeza y derrotó al buen arquero decano , que un minuto antes desvió al corner un penal . De la esquina vino la pelota y se produjo el decuido en el área que posibilitó la apertura del marcador. Desconcierto absoluto en todos lados, hasta en las tribunas. Peor se puso tres minutos más tarde cuando Alejandro Gagliardi se elevó y metió un soberbio frentazo para poner a su equipo 2 a 0 arriba . Ahora el desconcierto,se acercaba a la bronca. S estaba perdiendo con un equipo que no había realizado  nada para merecerlo. Solo aceró  dos veces y estaba en ventaja.

El resto del primer tiempo siguió con  Instituto más tirado atrás, un Atlético sin ideas para romper el vallado visitante y la pelota era cada vez más maltratada, tanto como por el que iba en ventaja como por el que estaba perdiendo.

En el seguno tiempo el Quique hizo ingresar a Fabio Ramos por Walter Cuevas que se había inmolado en su intrascendencia con y sin la pelota.

Nada cambió o se notó muy poco si hubo algo distinto. Atlético siguió en la impotencia de su juego e Instituto  embarullado en el suyo para mentener la ventaja. 

Las emociones no estuvieron ,salvo a los 25 cuand Barsottini sacó con la mano una pelota que se iba adentro del arco de Carranza. Expulsión, penal y el Yaya Álvaez reventando el travesaño.

Hribina puso todo a ganador con jugadores más de punta pero no le sirvió , puesto que el juego no existió nunca y solo podía llegar al arco rival por los errores del rival. 

A los 48 descontó Javier Páez de cabeza y  el cotejo terminó favorable,   por 2 a 1 , a la gloria cordobesa  .

Las declaraciones fueron las mismas de siempre. El técnico del ganador justificó el triunfo y el  del perdedor no justificó la derrota.

En definitiva fue un partido ordinario lleno de impresiciones donde el ganador fue quién acertó en las dos situaciones que tuvo, mas que nada por el descuido del rival que por méritos propios.

Como será lo mal que jugaon  que ninguno de los dos pudo convertir en gol la situación más clara que tuvieron: los penales.

Daniel A. Villalba
villalbadaniel07@mail.com,