Bolivia convocó ayer lunes a los movimientos sociales y a la comunidad mundial a adoptar urgentes medidas en defensa de la vida, la naturaleza y el medio ambiente para evitar la sucesión cada vez más frecuente de desastres que diezman a la población y al planeta.
El embajador de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Pablo Solón, afirmó que se han logrado avances sustanciales para que en la agenda de la Cumbre sobre el Cambio Climático que se celebrará en Cancún, México, en diciembre próximo, sean incluidas las preocupaciones de los pueblos del mundo al respecto.
En declaraciones emitidas por la radio estatal Patria
Nueva, Solón dijo que en la ronda de deliberaciones de Bonn, que analizó
este año la agenda a debatirse en Cancún, se ha logrado incluir las
recomendaciones emanadas de la Conferencia Mundial de los Pueblos
realizada en Tiquipaya, Bolivia en abril pasado.
En ese encuentro participaron más de tres millares de delegados de
Gobiernos, organismos internacionales, y de los movimientos sociales e
indígenas del mundo.
Los asistentes a esa Conferencia instaron a la comunidad
internacional-fundamentalmente al mundo desarrollado-a incorporar
drásticas sanciones a todas las violaciones al medio ambiente.
La Conferencia Mundial de los Pueblos propuso la creación de un
Tribunal Mundial de Defensa del Medio Ambiente, además de frenar la
irracional industrialización que afecta a la naturaleza y la tierra,
con grave efecto en la propia sobrevivencia del planeta y de la
humanidad.
Solón subrayó que esas y otras recomendaciones serán debatidas en
Cancún, pese a la inicial negativa de los países desarrollados que
suscribieron el denominado Entendimiento de Copenhague, que resume la
Cumbre sobre el Cambio Climático que se realizó en Dinamarca en
diciembre pasado.
"Si no se asumen en el corto plazo medidas drásticas que resguarden
la sobrevivencia de la naturaleza y de la humanidad, el costo será
superior para la vida del mundo", manifestó, al reiterar la urgencia con
el fin de evitar mayores daños en el futuro.
Solón anotó que inicialmente las naciones desarrolladas decidieron
destinar solamente el 0,08 por ciento de sus respectivos Productos
Internos Brutos (PIBs) para costear los gastos que demanden la defensa
de la naturaleza y que reduzcan la emisión de gases de efecto
invernadero.
Sin embargo en los debates realizados en Bonn, Alemania, se convino
en que ese porcentaje no puede ser menor al 8 por ciento del PIB debido a
la magnitud de los desastres que provoca la irracional
industrialización, el cambio climático y el no respeto a la madre
tierra, dijo.
Agregó que la Conferencia Mundial de los Pueblos mantendrá incólume
su demanda de que la temperatura no debe subir más allá de 1,5 grados
centígrados, por lo que la resoluciones que se adopten en Cancún deben
limitar ese registro y no dejarlo libre, además de imponer el control de
la emisión de gases de efecto invernadero para reducirlos por lo menos a
la mitad hasta el año 2017.
Solón explicó que, de mantenerse la tendencia a no controlar la
emisión de gases ni el incremento de la temperatura, muchos pueblos del
mundo que viven en islas desaparecerán, al poner como antecedente la
creciente migración que existe desde esas regiones de pueblos en busca
de sobrevivir.
Otro de los ejemplos dados por Solón se refiere a las inundaciones
producidas recientemente en Pakistán y China que han dejado como saldo
decenas de miles de víctimas.
Puntualizó que la respuesta que se ve en el mundo por la irracional
actitud del mundo industrializado es la sucesión de desastres, como
inundaciones, sequías, el calentamiento de la temperatura y otros
fenómenos climatológicos.
Según estudios especializados, no es normal que por ejemplo en Rusia
se registre una temperatura de 40 grados centígrados, al igual que en
otras naciones del mundo, junto a sequías que provocan mayor pobreza y
hambre en el mundo.
"El mundo debe dejar de mercantilizar la explotación irracional de
los recursos naturales sin velar por la supervivencia del planeta y de
la madre Tierra", reiteró.
Solón destacó que otra de las recomendaciones emitidas por la rueda
de debates de Bonn es que la ONU emita una Declaración sobre los
Derechos de la Madre tierra.
El presidente Evo Morales emitió esa iniciativa al considerar que
los derechos de la Madre Tierra son más importantes que los derechos
humanos, una vez que el hombre no sobreviviría si es que se produjera la
destrucción del planeta por efecto de la desaparición de su fuente de
vida, que es la tierra.
Solón enfatizó que en la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático a
celebrarse en México se pondrán frente a frente dos posiciones, una
comandada por algunos países industrializados que no mostraron interés
en defender la vida, sino a las trasnacionales que buscan enriquecerse
con el hambre y la destrucción del mundo.
La otra será la de los pueblos y movimientos sociales del mundo que
exigen a los industrializados fortalecer una posición más militante en
defensa del planeta y de la vida.
Destacó que para aunar esos planteamientos fue importante la
Conferencia Mundial de los Pueblos que se realizó en Cochabamba, de
donde se emitió la voz de los movimientos sociales que alertaron sobre
los peligros que se ciernen sobre el planeta.
Dijo que ese posicionamiento fue refrendado recientemente en
Asunción, durante el Foro Social de las Américas, en el que participó el
presidente Evo Morales Ayma con un mensaje en defensa de la vida, la
madre tierra y el planeta.
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