Los presidentes del Mercosur y estados asociados celebrarán hoy una cumbre en la cual la preeminencia de anuncios económicos alternará con el debate político, a raíz de la crisis entre Colombia, que no envió delegación oficial, y Venezuela, cuyo mandatario, Hugo Chávez, asistirá a las deliberaciones.
La presidenta argentina y anfitriona, Cristina Fernández de Kirchner, recibirá a sus colegas Luiz Lula da Silva (Brasil), José Mujica (Uruguay) y Fernando Lugo (Paraguay) en el Centro Cívico de San Juan.
Fernández de Kirchner entregará la
presidencia pro tempore del bloque a Lula tras un semestre de gestión que
muestra avances importantes en el proceso de consolidación de la unión
aduanera, según el anuncio oficial.
"Será la cumbre más exitosa del
Mercosur en años", dijo el secretario de Integración Americana y Mercosur
de la Cancillería argentina, embajador Eduardo Sigal.
Los cuatro presidentes del bloque estarán
acompañados por sus colegas de tres países asociados: Evo Morales (Bolivia),
Sebastián Piñera (Chile) y Hugo Chávez (Venezuela), este último a la espera de
la aprobación del Parlamento de Paraguay para el ingreso de Caracas como
miembro pleno del Mercosur.
La presencia de Chávez, que retiró a Venezuela
de la Comunidad Andina para volcarse plenamente al Mercosur, despierta en San
Juan expectativa de un contenido político importante en la cumbre, dado el
conflicto con Colombia, que lo acusó de "tolerar" la presencia de
guerrilleros en su territorio.
Colombia resolvió no enviar delegación
oficial a la reunión, pero fuentes diplomáticas confirmaron la presencia de
enviados del próximo presidente, Juan Manuel Santos, quien asumirá el sábado y
precisa información sobre las deliberaciones, por el estatus de su país,
asociado al Mercosur.
El conflicto entre ambos países no figura
en la agenda oficial de la cumbre, pero el tratamiento del tema no fue
descartado por el canciller argentino, Héctor Timerman, dado el
"diálogo" político que hay entre los presidentes del Mercosur, debido
a su "afinidad ideológica".
Así, el contenido de la declaración final
de la cumbre, que suele emitir otra con la firma de los presidentes de países
asociados, se mantenía ayer bajo reserva en el Centro Cívico de San Juan, donde se observa un
operativo de seguridad importante.
Los presidentes comenzaron a llegar ayer
la tarde al aeropuerto de San Juan, con excepción de Lula da Silva, que lo
hacía a las 23 locales (2 GMT del martes) y no participaba de la cena de gala que
Fernández Kirchner ofrecía en una bodega tradicional.
Según la agenda, que se mantiene en
reserva, los jefes de estado serán trasladados hoy a las 9.45 locales (12.45
GMT) al Centro Cívico de San Juan, en cuyas avenidas circundantes se observan
carteles de bienvenida a Evo Morales.
El presidente boliviano tuvo una actividad
intensa en San Juan. Recibió la distinción de doctor honoris causa de la
Universidad Nacional de San Juan y será homenajeado por la comunidad boliviana
local y de la provincia vecina Mendoza, en un acto popular en el estadio Aldo
Cantoni hoy a las 15, luego de las deliberaciones del Mercosur.
La cumbre, siempre según esa agenda,
comenzará a las 10, con la presencia de los jefes de estado, cancilleres, un
coordinador nacional y tres invitados especiales.
Cada jefe de estado hará una intervención,
Fernánez de Kirchner le entregará la presidencia pro tempore a Lula y tras la
firma de los documentos habrá un almuerzo de honor a las 13.30 locales (16.30
GMT), en la misma bodega que albergó la cena de gala.
Tras el almuerzo, los presidentes partirán
al aeropuerto para partir de regreso con excepción, además de Morales, de la
presidenta argentina y su colega de Brasil, que celebrarán la cumbre semestral
acordada por ambos países en la cual se examinan temas biletarales y
multilaterales, que incluyen roces comerciales por supuestas restricciones al
comercio de Argentina.
El Centro Cívico de San Juan tiene un
anillo de seguridad con 1.500 efectivos. Los vecinos de tres cuadras a la
redonda fueron censados y registrados por la Policía Federal argentina.
El tránsito aéreo comercial fue cerrado en San Juan y desviado a Mendoza, con el patrullaje permanente de aviones de la Fuerza Aérea Argentina, hasta un radio de 90 millas náuticas dentro del territorio nacional, hasta el miércoles, según un decreto presidencial.
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