Gabriel Ponce de Léon (Ford) consiguió ayer esa victoria que se le negaba desde el comienzo de la temporada. El representante de Junín subió a lo más alto del podio en Río Cuarto, por primera vez con el Lincoln Sport Group y festejó el triunfo que necesitaba para asegurarse el campeonato en caso de obtener los puntos necesarios. Lo escoltaron Mariano Werner (Ford) y Agustín Canapino (Chevrolet).
Ya en el arranque de la carrera, Ponce marcó la diferencia y se alejó gracias a la pelea que mantenían Mariano Altuna (Chevrolet), Werner y Canapino. Mientras intentaba quedarse con la tercera colocación el joven de Arrecifes se despistó y perdió una posición en poder de Juan Pablo Gianini (Ford).
Sin embargo, en la quinta vuelta Altuna sufrió un despiste que lo dejó fuera de competencia y le brindó el lugar a Werner, al mismo tiempo que se desataba un choque múltiple, que obligó el ingreso del auto de seguridad.
En el relanzamiento de la carrera, la suciedad de la pista le jugó una mala pasada al entrerriano del equipo del Gurí Martínez, que salió de pista en el ingreso a la primera curva, al igual que Jonatan Castellano (Dodge) y Emiliano Spataro (Chevrolet). En el mismo sector pero a poco del final, Canapino que ya tenía la segunda posición bajo el brazo, se pasó y le devolvió la gentileza a Werner.
Finalmente la victoria quedó en poder de Ponce de León, quien mantuvo su dominio durante todo el fin de semana. Se quedó con la pole, la serie más rápida y la final. Ya tiene asegurado su lugar en la Copa de Oro y es el principal candidato. Este fin de semana, además, le devolvió la victoria a Ford que no ganaba en el trazado desde el 2003.
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