l joven que la semana pasada fue detenido como supuesto instigador de los suicidios de adolescentes en la ciudad de Rosario de la Frontera, del sur salteño, recuperó, el viernes, su libertad, aunque no quedó desvinculado de la causa. En la ciudad vecina una ola de suicidios de adolescentes de entre 13 y 15 años en los últimos dos meses, con al menos ocho muertes y 15 intentos fallidos.
La decisión fue adoptada, el viernes, por el juez Correccional y de Garantías de Metán, Sebastián Fucho, quien actuó en el caso durante la feria -que culmina hoy- y consideró que el delito que se le imputa a Rodrigo Acosta, de 18 años, es excarcelable.
Las fuentes precisaron a Télam que Acosta no quedó desvinculado de la causa y que será el juez original de Instrucción, Mario Dilascio, quien deberá resolver su situación, cuando se restablezca sus funciones, el lunes próximo, luego de la
feria judicial.
Fucho también ordenó la realización de un tratamiento psicológico al joven y a su familia y responsabilizó del cumplimiento del mismo a la directora del hospital de Rosario de la Frontera, Gloria Abán.
El abogado Guillermo Barrera fue quien solicitó la excarcelación de Acosta, detenido el 18 de este mes por personal policial, acusado de instigar al suicidio a jóvenes de Rosario de la Frontera, a 180 kilómetros al sur de la capital salteña.
Allí se registró una ola de suicidios de adolescentes de entre 13 y 15 años en los últimos dos meses, con al menos ocho muertes y 15 intentos fallidos.
El joven detenido fue indagado por Fucho la semana pasada, pero se debió suspender la declaración por la inestabilidad emocional que mostró, al asegurar ser víctima de los juegos que incitan al suicidio, por lo que contaba con al menos seis intentos de ahorcamiento.
Por ello, el magistrado ordenó peritajes psicológicos a Acosta, que fueron efectuados esta semana por peritos de la Corte de Justicia de Salta, y en base a sus resultados solicitó el tratamiento psicológico correspondiente.
Acosta mantenía contacto con una de las menores que se quitó la vida, Fiorella, quien murió jugando al "choking game" -o juego de la asfixia-, que consiste en colgarse del cuello con una corbata de seis nudos, que deben irse desatandose con el peso del cuerpo.
La investigación apunta a establecer si el acusado también mantenía relación con alguno de los otros suicidas. (Télam)
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