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Rousseff descartó impuestos extra

La candidata oficialista a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, descartó ayer impulsar el cobro extra de impuestos a las grandes fortunas, como proponen varios sectores de su partido.

Además, Rousseff entró en una polémica con la Iglesia Católica, ya que un obispo convocó a no votarla al afirmar que promueve la despenalización del aborto.

En el Congreso de febrero, el PT aprobó como plataforma de la campaña electoral la tributación especial de las grandes fortunas de Brasil.

Defendiendo una reforma tributaria (los brasileños pagan en promedio casi un tercio de impuestos de sus ingresos), Rousseff calificó el sistema impositivo como "caótico".

Rousseff, según la última encuesta de Ibope, de inicios de julio, está empatada en 39% con el ex gobernador de Sao Paulo José Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

El obispo de Guarulhos (Gran Sao Paulo), Luiz Gonzada Bergonzini, pidió en un artículo publicado en el sitio de la Conferencia de Obispos de Brasil (CNBB) boicotear a la candidata del gobierno, a la que acusó de promover el aborto.

Rousseff respondió que "el aborto no es una cuestión religiosa, sino de salud pública" y dijo que la CNBB no comparte los dichos unilaterales del obispo.