Decenas de personas, portando carteles o fotografías de sus familiares que murieron o desaparecieron durante la dictadura llegaron hasta La Moneda, mientras en su interior el presidente Sebastián Piñera se reunía con las autoridades de la Iglesia.
“Hemos escuchado a monseñor (Alejandro) Goic (presidente de la Conferencia Episcopal de Chile) que ellos no van a excluir a nadie de esta propuesta. Cuando no excluyen, entonces incluyen a los violadores de Derechos Humanos, y eso es inaceptable", dijo a la prensa Lorena Pizarro, presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
La Conferencia Episcopal entregó este miércoles al mandatario una propuesta para indultar por razones humanitarias a decenas de presos, con motivo del bicentenario de la independencia que se cumple en septiembre.
Poco después de que se iniciara la protesta, la Iglesia entregó un comunicado en que incluye dentro de los posibles beneficiarios de indulto a militares sentenciados por crímenes contra los DDHH pero que tienen un grado de responsabilidad menor y que han mostrado gestos de arrepentimiento.
El pedido debe ser evaluado por el Gobierno, que luego lo entregará al Congreso para su discusión.
La dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) dejó 3.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos. Más de 500 militares de la época están procesados por estos casos.
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