El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, dio ayer la largada para la licitación internacional de cara a la construcción del primer tren bala de América Latina, que deberá unir a Rio de Janeiro con Sao Paulo, en un proyecto que costará unos 18 mil millones de dólares y al que comparó con la Torre Eiffel, de París.
Además, afirmó que hay personas que creen que en Brasil hay una "banda de idiotas" que no saben planificar, al responder críticas hacia la organización del Mundial 2014 de la FIFA.
"Creo plenamente posible inaugurar estas
obras antes de los
Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016. Queremos entregar la
obra de la mejor calidad posible en el menor plazo posible",
dijo el presidente Lula, al lanzar el llamado a licitación del
Tren de Alta Velocidad (TAV).
El presidente firmó el decreto para
crear la compañía estatal
Empresa de Transporte Ferroviario de Alta Velocidad, encargada
de la transferencia de la tecnología y que formará parte del
consorcio.
El proyecto tendrá el 60% de financiamiento público,
por
parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social y el
contrato de concesión será por 40 años. El ganador de la
licitación abierta hoy se anunciará el 16 de diciembre en la
Bolsa de Valores de Sao Paulo.
El tren tendrá 511 kilómetros de extensión desde Campinas, interior de Sao Paulo, pasando por la capital paulista, más seis estaciones hasta llegar a Rio de Janeiro en 93 minutos. El eje Rio-Sao Paulo concentra el 50% del PIB de Brasil y 36 millones de habitantes.
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