El gobierno de Bolivia pedirá a las Naciones Unidas que declare al agua como un derecho humano para que deje de ser un negocio privado y los estados asuman la obligación de garantizar su aprovisionamiento a todos los habitantes.
Al abogar para que se apruebe esa propuesta, el presidente, Evo Morales, dijo ayer que "es contradictorio que la ONU apruebe como una de las metas del milenio la necesidad de que la humanidad tenga agua y no quiera declarar al agua como un derecho humano".
Con ese argumento, anunció en conferencia de prensa que instruyó a los diplomáticos bolivianos que inicien "una campaña de socialización" en otros países para que "sus gobernantes y movimientos sociales apoyen el proyecto".
"Lamentablemente aquellos países que se dicen defensores
de los derechos humanos no apoyan que el agua sea declarado un derecho
humano", indicó.
El Primer Mandatario subrayó que "los derechos humanos no pueden ser
posible si la humanidad no cuenta con el agua como un derecho".
Morales manifestó que la iniciativa del Gobierno ante la ONU es
consecuencia del pedido de las organizaciones sociales de Bolivia que
consideran que el servicio de agua es un derecho humano al que todos
los habitantes del planeta tienen que acceder.
Durante la Conferencia Mundial de los pueblos sobre el Cambio
Climático y los derechos de la tierra, celebrada en Bolivia en abril
pasado, aproximadamente tres millares de representantes de gobiernos, de
organizaciones sociales y de organismos internacionales apoyaron la
iniciativa nacional sobre el agua.
"Hago un pedido a los Presidentes y a los Jefes de Estado de los
cinco continentes a cumplir con las metas del milenio porque es
contradictorio que la ONU apruebe como una de las metas del milenio la
necesidad de que la humanidad tenga agua y no quiere declarar al agua
como un derecho humano".
Informó que ha instruido a los jefes de las misiones diplomáticas de
Bolivia en el mundo a llevar adelante una campaña de socialización en
diversos países con el fin de que sus gobernantes y movimientos sociales
apoyen el proyecto de resolución de Bolivia.
El Presidente subrayó que en la actualidad con un mundo amenazado
por el cambio climático y el calentamiento global, el agua es más que
nunca un recurso y un derecho humano.
Anotó que es igualmente lamentable que los países que son
responsables de las amenazas que se ciernen sobre el planeta por el
calentamiento global son los primeros en oponerse a que el agua sea
declarado un derecho humano.
"El agua no debe ser más un negocio privado, sino que debe ser un
derecho que el Estado da a sus pueblos", dijo.
Mencionó como ejemplo Cuba, donde el Estado dota a su población de
agua a precios bajísimos de cerca a un dólar cada dos años porque su
Gobierno está consciente de la importancia que tiene para el bienestar
de la población.
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