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Mercosur y UE iniciaron su primera ronda formal de trabajo luego de seis años

Las delegaciones del bloque regional y de la UE reiniciaron las conversaciones formales desde el anuncio del relanzamiento de las negociaciones efectuado por los Jefes de Estado en la Cumbre de Madrid, -en mayo pasado- de la que participó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y prevén mantener reuniones a nivel técnico hasta el próximo viernes.

La representación de la Argentina en el encuentro, que se realiza en un hotel porteño, es encabezada por el secretario de Negociaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Alfredo Chiaradía; el secretario de Industria, Eduardo Bianchi; y el subsecretario de Integración Económica Americana y Mercosur, Eduardo Sigal.

Chiaradía enfatizó que "se trata del primer contacto formal luego de seis años en que se habían suspendido las tratativas”.

Añadió el funcionario que "lo que aspiramos es a poder ordenar el diálogo”, pero aclaró que "no debe esperarse de este encuentro una negociación sobre puntos específicos”. Las conversaciones entre ambos bloques, según había anticipado la Cancillería, incluirán los denominados tres pilares de la negociación: el diálogo político, la cooperación y el comercio.

Las negociaciones tuvieron su origen en la firma del Acuerdo de Cooperación Interregional, en 1995, y comenzaron formalmente en 2000, pero perdieron impulso luego de 2004 a causa de diferencias en el capítulo comercial.

En estos seis años, remarcó el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Mercosur y la UE han expandido su red de acuerdos comerciales.

En el caso del bloque sudamericano, a través de los recientemente firmados con Israel, la Unión Aduanera de Africa Austral y la India, mientras la Unión Europea acaba de firmar acuerdos de libre comercio con Colombia y Perú.

En los últimos meses y, a partir del fuerte impulso de las presidencias argentina y española del Mercosur y de la UE, respectivamente, las partes anunciaron el relanzamiento formal de las negociaciones, en respuesta a los cambios operados recientemente en el entorno económico y comercial internacional.

Un acuerdo de asociación, evalúa la Cancillería, "aumentará los niveles de coordinación política y los flujos de cooperación, e impactará positivamente en los flujos comerciales entre las dos regiones”.

El Mercosur asigna una gran importancia a la negociación de mejoras sustantivas para el acceso a mercado de productos exportables de la región. Confía también en la posibilidad de incremento en los niveles de inversión europea, "todo lo cual repercutirá favorablemente en nuestros valores de exportaciones, inversiones y empleo”.