En este documento el Peronismo Auténtico explica la importancia del juzgamiento de los autores de crímenes de lesa humanidad , cometidos desde fines de 1974 y hasta fines de 1983, en la comprensión permanente y muchas veces inabarcable de los alcances de la aplicación del Terrorismo de Estado en nuestro pueblo.
” Mediante
sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la
guerrilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la
tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de
obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la
administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta
quebrarla y hacerla perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes
mismos han
perdido."
Rodolfo Walsh, Carta Abierta a la Junta Militar Argentina, marzo de
1977
Esta democracia reconquistada hace 25 años, que madura despaciosamente en el fortalecimiento de sus instituciones con acertada conducción del Proyecto Nacional que nos permite alimentar esperanzas y emprendimientos de renovados desafíos en el marco de una naciente conciencia de Nación latinoamericamente hermanada, y precisamente este afianzamiento del sistema democrático es el que nos permite profundizar en el juzgamiento de los autores de crímenes de lesa humanidad , cometidos desde fines de 1974 y hasta fines de 1983, en la comprensión permanente y muchas veces inabarcable de los alcances de la aplicación del Terrorismo de Estado en nuestro pueblo.
Durante este tiempo democrático,junto a diversas organizaciones sociales se ha apelado a recuperar las denuncias efectuadas por las víctimas sobrevivientes del terrorismo, a los relatos sociales de la vida cotidiana durante esa etapa del Estado terrorista, a las investigaciones profesionales sobre los efectos psicosociales de la represión,y hemos rechazado todo intento de imponer las políticas de olvido, a las memorias colectivas, al intercambio experiencial con situaciones similares en diferentes contextos; es decir avanzamos para aproximarnos a la verdad en esa búsqueda por encontrar los fundamentos que expliquen la perversidad de ese terrorismo de Estado que privó de la vida, de la libertad, de la tranquilidad, de la dignidad y del derecho de legítima defensa a tantos compatriotas en esos negros años de la dictadura. Y al focalizar en esta área de victimización popular que soportara nuestra sociedad, debemos referirnos a la estructuración del sistema de la delación, por ejemplo a los distintos tipos de agentes que conformaban el batallón 601, destacamento 142,como partícipes civiles pero con remuneración militar, que intervinieron con un compromiso e incluso un pago por cada uno de los nombres, datos o reuniones informadas. Sucio dinero que significaba la persecución, el secuestro, la tortura para los conocidos, vecinos, compañeros de trabajo o amigos, de esos "agentes de reunión" que contribuyeron a la primera línea del sistema de delación que, a la larga, generara una profunda grieta en el sistema relacional de todo nuestro pueblo, con el establecimiento de un profundo individualismo parcelado basado en el sufrimiento ajeno de cientos y cientos de tucumanos, porque estos "agentes" del Terrorismo de Estado conocían sobradamente el destino que esperaba a sus delatados.
Esta perversión resultante de la delación, del cinismo, la hipocresía, procuró mellar todo tipo de organización social y en muchos casos su putrefacción nos llega aun hoy. En este sentido los dos juicios contra los genocidas nos acercan una vez más a revivir esa victimización social soportada por nuestro pueblo.Victimización que estuvo enmarcada en el silencio establecido desde el poder de la dictadura como mecanismo "saludable" para esconder, tapar, ocultar la realidad y la verdad de la represión: imaginemos una hoja cuadriculada en la que cada cuadrito represente una familia, absolutamente aislada por esa grieta de la delación que dividió y en la que cayeron los que se atrevieron a desafiar ese sistema represivo, y terminaron arrojados en los centros de detención clandestina, que como incluso lo reconociera Bussi eran cientos.
Ese es el Terrorismo de Estado, ese que tenía que "machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerla perder la dignidad" y que se hace brutalmente palpable a través de relatos en los últimos juicios , exponiendo en los estrados judiciales que efectivamente uno de los objetivos de esa dictadura fue producir ciudadanos obedientes al mandato oligárquico militar represivo, que no casualmente usaron como campo de prisioneros, escuelas, como es el caso de la Escuelita de Famaillá, o como la Escuela de Educación Física de la U.N.T. como forma de expandir desde esas aulas a través de los gritos de los secuestrados, el mas negro aprendizaje del terror. es decir si fueron capaces de utilizar aulas con fines pedagógicos para destinarlas a campos de prisioneros, es porque respondían a un sistema político represivo que tenía como objetivo el disciplinamiento social por la instauración del terror. Y producir a través de ese terror generalizado, las expresiones mas bajas de la condición humana, es por eso que estos relatos hoy revividos en las declaraciones de testigos nos descienden a los oscuridades de la planificación y ejecución de toda una doctrina al servicio de la destrucción, económica, política, social, de nuestra Argentina, traducidos en torturas, chantajes, muerte, e incluso canje de vidas, para garantizar el saqueo que ejecutaron.
Es preciso por lo tanto tener en cuenta los conceptos expresados por Rodolfo Walsh cuando nos acercamos a las situaciones de deshumanización provocadas sistematicamente con un objetivo de destrucción, de la que fue responsable esa dictadura genocida.
Este terrorismo de Estado solo pudo revertirse por la valentía organizada, de Madres, Familiares, organizaciones políticas que resistieron y dieron ejemplo de lucha con pancartas con fotos de sus desaparecidos, con rondas insistentes, con repudios en cualquier foro internacional, con emisiones radiales quebrando ese cerco de silencio informativo mediático, y en ese sentido son ejemplares las luchas de tantos trabajadores que desde la Central del Trabajo se conglomeraron para pedir por pan y trabajo desnudando por vez primera la situación de despojo del sector productivo del país. En nuestra provincia, fueron ejemplares esas primeras madres como: Nena de Ponce, Irma Holmquist, Pirucha Campopiano, Blanca de Paz,Graciela González, Nieves Ariño , Berta Soldatti y tantas otras que venciendo el miedo instituído por ese terrorismo de Estado supieron dar ejemplo de tenacidad, organización y solidaridad, por tanto este nuevo paso en el esclarecimiento de tantos crímenes cometidos por esa dictadura, nos siguen uniendo las banderas que ellas supieron levantar:
MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA!!!!!!!
30.000 compañeros desaparecidos Presentes!!!!!!!!!!
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