18/06/2010 - conferencias/charlas
Murió Saramago, un narrador excepcional
El escritor portugués y Premio Nobel de Literatura José Saramago murió este viernes a los 87 años de edad. Estaba acompañado por su familia, despidiéndose de una forma serena y plácida.
El novelista nacido en Azinhaga -una pequeña aldea ubicada 120 kilómetros al noreste de Lisboa- padecía de leucemia crónica.
La
página web del escritor informó que fallecióen su casa de Lanzarote, en
las Islas Canarias, poco después del mediodía (hora local) "a
consecuencia de un fallo multiorgánico después de una larga enfermedad".
Soy un comunista hormonal, mi cuerpo contiene hormonas que hacen crecer mi barba y otras que me hacen comunista
José Saramago
"El escritor murió acompañado de su familia, despidiéndose de una forma serena y plácida", se informó.
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Tal
vez ayudara el hecho que el hombre que debió haberse llamado José Sousa
–Saramago era en realidad el apodo de su familia paterna y el novelista
fue inscrito con ese nombre en el registro civil por error- fuera un
viejo conocido de la muerte.
Una de sus
últimas novelas, "Las intermitencias de la muerte", cuenta la historia
de un país sin nombre, en el que la muerte un día decide dejar de
trabajar.
Origen humilde
Esa
historia bien podría haber sido inspirada por los relatos de leyendas y
apariciones que acostumbraba contarle su abuelo Jerónimo cuando
regresaba de vacaciones a Azinhaga, de donde salió rumbo a Lisboa a los
dos años.
"Pasábamos todas las vacaciones
en el pueblo y aquello fue crucial. Cuando llegábamos, lo primero que
hacía era quitarme los zapatos y bajar al río con mis amigos, pasear
por el campo. Cuando teníamos que regresar a Lisboa, lo último que
hacía era volver a ponerme los zapatos", le dijo Saramago a BBC Mundo
en una entrevista realizada en junio del año pasado.
Fue cerrajero y trabajó en una empresa metalúrgica y en una agencia de servicios sociales.
En
Lisboa, sin embargo, sus padres no se pudieron permitir mantenerlo en
el bachillerato. Así que a los 13 años el futuro Premio Nobel estudió
para ser mecánico de automóviles.
Las tres
décadas siguientes las pasaría trabajando como cerrajero, en una
empresa metalúrgica y en una agencia de servicios sociales.
Su
primera novela la publicaría en 1947, pero el éxito tendría que
esperar. Antes, llegaría la militancia en el Partido Comunista, de la
que el escritor nunca renegó, y una activa vida política y como
subdirector del Diario de Noticias, hasta 1976 .
"Soy
un comunista hormonal, mi cuerpo contiene hormonas que hacen crecer mi
barba y otras que me hacen comunista. ¿Cambiar? ¿Para qué? Me sentiría
avergonzado, y no quiero convertirme en otra persona", le dijo en una
ocasión a la BBC.
Y este compromiso
político es evidente en parte de su producción, que incluye 17 novelas,
cinco obras de teatro y numerosos relatos, poemas y crónicas.
Exilio simbólico
Fue
una de estas novelas –"El Evangelio según Jesucristo"- la que lo hizo
trasladar su residencia de Lisboa a Lanzarote, en 1992.
Las novelas de Saramago
1947 Tierra de pecado
1948 Claraboya (nunca publicada)
1977 Manual de pintura y caligrafía
1980 Levantado del suelo
1982 Memorial del convento
1984 El año de la muerte de Ricardo Reis
1986 La balsa de piedra
1989 Historia del cerco de Lisboa
1991 El Evangelio según Jesucristo
1995 Ensayo sobre la ceguera
1997 Todos los nombres
2000 La Caverna
2002 El hombre duplicado
2004 Ensayo sobre la lucidez
2005 Las intermitencias de la muerte
2008 El viaje del elefante
2009 Caín
Se
trató de un exilio simbólico motivado por la decisión del gobierno
portugués de impedir la candidatura de esta novela a un premio
literario europeo, por considerarla "herética".
Para
ese entonces, Saramago ya había publicado obras de la talla de
"Memorial del Convento" (su primer gran éxito, que llegaría a los 60
años), "El año de la muerte de Ricardo Reis" e "Historia del Cerco de
Lisboa".
Le seguirían "Ensayo sobre la
Ceguera" (llevada al cine en el 2008) y "Todos los Nombres", publicada
poco antes de que se le concediera el Premio Nobel de Literatura, en
1998.
Con el Nobel -el primero otorgado a
un escritor de lengua portuguesa- la Academia Sueca quiso celebrar la
capacidad de Saramago de "volver comprensible una realidad huidiza, con
parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía".
Voz crítica
Esa
capacidad, y su inconfundible voz crítica, Saramago la continuó
exhibiendo hasta el final, tanto en sus novelas como en sus artículos
periodísticos o en su blog, en el que acostumbraba comentar sobre los
diferentes temas de actualidad.
Una
recopilación de las mejores entradas de este último, en las que
flagelaba al capitalismo, al consumismo, al Papa y a George W. Bush,
fue publicado el año pasado bajo el título de "El Cuaderno".
En una entrevista con BBC Mundo celebrada para marcar la ocasión, Saramago reconoció que ya no le quedaba mucho por vivir.
"Me pueden quedar tres o cuatro años de vida, quizá menos", anunció en esa oportunidad.
Pero también quedan su prolífica e inconfundible obra para quien lo quiera recordar o descubrir.