La capital de Sudáfrica, que hasta ahora miraba el Mundial 2010 de reojo, se despertó con la fiesta de las “vuvuzelas”, que no son ni más ni menos que las cornetas que se utilizan en el fútbol argentino.
Pretoria comenzó a vivir el Mundial, con sus habitantes con la camiseta de su Selección, la “bafana-bafana”, y las vuvuzelas, que luego de hacerlas sonar más de diez minutos se tornan insoportables.
Este dato del sonido de las tradicionales cornetas no es menor, porque los sudafricanos serán mayoría en todas los estadios y las harán sonar hasta el hartazgo y será un tema a tener en cuenta porque será imposible que con su sonido los jugadores se puedan escuchar dentro de la cancha.
Es más, aunque parezca mentira en la embajada Argentina en Sudáfrica recomiendan llevar tapones en los oídos por las vuvuzelas.
“Durante quince minutos son divertidas, después se tornan insoportables”, cuentan los argentinos que viven en Sudáfrica.
Pero no sólo hubo sudafricanos, sino que también se le sumaron muchos mexicanos, quienes eligieron Pretoria para hacer su base de operaciones.
La fiesta del Mundial comienza a sentirse en las calles y a horas del inicio de la competencia los sueños y las expectativas de todos dicen presente.
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