30/05/2010 - En General

Eso de tener peso en AFA es un mito , dice José Luis Meiszner

Mentor -uno de ellos- del nuevo orden del fútbol argentino en lo que hace al contrato AFA-Estado por la televisación de los partidos. Sinónimo del club Quilmes, con cuatro décadas de trayectoria como dirigente y con una carrera dentro del ambiente que le valió la confianza extrema que Julio Grondona le dispensa para tenerlo a su lado y que, acaso, pueda en el futuro depararle ocupar su lugar. El doctor José Luis Meiszner habló por él y como voz oficial de la AFA sobre diversos temas, a días de que la atención se deposite en el Mundial de Sudáfrica.

Su oficina del tercer piso de Viamonte 1366, contigua a la de la presidencia de la AFA, nos ofreció el ambiente propicio para compartir una larga y jugosa charla con el brazo ejecutor de la política de Julio Grondona, por estos tiempos, su secretario privado. José Luis Meiszner puede ser emparentado directamente con Quilmes, señala Diario  Popular.

-¿Qué balance hacés del emprendimiento del fútbol para todos entre la AFA y el Estado?
­-A esta altura de los acontecimientos, debo decir que estamos plenamente satisfechos. Hoy por hoy, los términos del contrato se cumplen puntillosamente y tanto la Asociación como sus clubes, que aceptaron la modalidad de reparto, están viviendo un nuevo orden económico tal cual fue acordado.

­-¿Aquélla cifra que se publicitó en su momento, para repartir, se mantuvo o sufrió alguna variación con el paso del tiempo y el transcurso de la competencia?
­-Sí, es una cifra de conocimiento público, seiscientos millones que aporta el Estado y que recibe el fútbol argentino en general. La AFA, a partir de ésto y por primera vez, ha hecho partícipe del reparto a todos sus estratos, es decir que por primera vez, de este dinero cobran los clubes aficionados de la D y la C, los clubes del Torneo Argentino y todas las ligas del interior, que son más de doscientas. Es un nuevo orden y de este orden, participan absolutamente todos. Hechas esas deducciones queda un neto que se comparte dentro de todas las categorías del fútbol profesional y que cada año los clubes distribuyen de acuerdo con la modalidad de proporciones que acordaron en el seno del comité ejecutivo.

­-Hablame de números, para que se entienda más...
­-Primero te digo cómo era ésto antes de este contrato: 800.000 pesos por año por cada club de la B Nacional, unos 70.000 por mes, aproximadamente. Hoy, cada club percibe por año 3.300.000 pesos, cuatro veces más. En Primera hay escalas, pero apuntando directamente a los mal llamados "clubes chicos", que percibían una cifra aproximada de cinco millones, hoy reciben 17 millones. Hoy por hoy, decir que los presupuestos de fútbol son sustentables, es una verdad. O sea, que si no se tuviese que distraer parte del nuevo ingreso para cubrir pasivo, cada club profesional podría contar con un presupuesto autosuficiente y no debería tener ningún tipo de problema.

-¿Es equivocado pensar que fuiste el mentor de la creación del nuevo contrato?
­-No, mentor yo no he sido...

­-Bueno, el ideólogo del rompimiento del contrato anterior...
­-Tampoco. Yo creo que la ruptura del contrato anterior no debe ser presentada como una cuestión triunfal, porque en definitiva, romper un contrato no es una cuestión deseada y esto hay que reconocerlo. La AFA "hubo" de interrumpir un contrato y esto es una frustración. Ahora ¿por qué hubo de interrumpirlo y lo interrumpió con la decisión unánime de todo el fútbol argentino? Porque un contrato asociativo que había despertado enormes expectativas que nunca se concretaron lo llevó a tomar una decisión no valiente sino inevitable. Lo sucedido no debe ser presentado como un acto heroico o de arrojo.

­-El término de vigencia del contrato es de...
­(interrumpe)-Diez años. Ahora quedan nueve.

­-O sea, que trasciende gobiernos.
­-Por supuesto. El recaudo que tomó la AFA y que no contaba en el anterior vínculo es que si el gobierno que opera los derechos decidiera transferir total o parcialmente esos derechos a terceros, deberá contar con una autorización expresa de la AFA. Algo simple, pero de una participación digna que la AFA no tenía en el anterior contrato. Tan distorsionada terminó la cosa que nosotros acabamos teniendo un vínculo asociativo por la venta de nuestro producto con el mismo que en la otra punta compraba el producto haciendo su mejor negocio pagando lo menos posible. Una grosera distorsión que nos obligó a tomar una postura que fue inevitable.

Cambiemos de tema. ¿Cómo es trabajar codo a codo con Julio Grondona? ¿De qué se trata ser el brazo ejecutor de las decisiones del presidente de la AFA?
-Mi relación personal con Julio es simple. Hay que partir de la base de que para estar sentado en esta silla, a cuarenta centímetros de la silla del vicepresidente de la FIFA no es algo logrado "por concurso". Es obviamente una decisión de Julio Grondona a partir de una confianza que seguramente yo he podido ganarme por parte suya. El talento, poco, regular o mucho, o los méritos, pocos, regulares o muchos, son de apreciación de parte de quién te elige, pero no me parece que sean los atributos más importantes. Es una relación que lleva cuarenta años superando distintas alternativas, lo que nos permite mutuamente tener la certeza de una confianza recíproca. No es sencillo estar intermediando entre los intereses individuales de los clubes y de las categorías. No es fácil manejarse en este nivel. La inmensa mayoría de los que ingresamos a la AFA formamos la corporación del fútbol pero estamos más contentos cuando le va mejor al club al que pertenecemos, no hay que ser hipócrita. Hay todo un equilibrio muy difícil de sostener. En algún momento hay que sacarse de encima el sombrero del afecto que se siente por el club de uno para ponerse el de todos.

-¿El famoso "peso en AFA" es la capacidad individual de tal o cual dirigente?
­-Eso tiene mucho de mito popular. La gente interpreta que "tener peso en AFA" es aquéllo que conduce al logro de resultados deportivos. Vulgarmente. Y no es así. Porque en esta casa, nadie se va a morir "mocho": todos aquí alguna vez ganaron, todos aquí alguna vez perdieron, todos alguna vez fueron beneficiados por un error, todos alguna vez resultaron víctimas de un error... Todos aprendimos en la AFA que el carnet de exitoso no existe. Los grandes clubes campeones también pueden ser últimos. Los grandes clubes han jugado copas internacionales por invitación y hoy no la juegan. Y hoy, los grandes clubes aparecen siendo noticia en la tabla de promedios. Aquí, el éxito y el fracaso se posterga más o menos y tenemos incorporado que ninguna ventaja debe sacarse a partir del éxito porque el éxito se termina. Por eso, lo del peso en AFA es una creencia popular equivocada. Este país está lleno de mentiras populares, de mitos...

-¿Sos un sucesor natural de Grondona?
-Debo decirte con absoluta certeza que a mi, haber recibido la confianza de quién me designó y de todos los que aceptaron mi designación es un reconocimiento que no tiene valor económico, porque desde la butaca de la representación humilde de mi club, haber podido acceder a ganarme la confianza de la mayoría de los dirigentes del fútbol argentino es un privilegio que no me pasa inadvertido y que trato de asumirlo y honrarlo hasta el límite de mis posibilidades. Pero te aseguro que yo no participo de ningún concurso o "casting" dentro de esta casa. He sido secretario de asuntos legales, secretario general, asambleísta, presidente de la divisional y asesor letrado. Soy inspector FIFA, inspector de estadios... He sido de todo y estoy dispuesto para seguir colaborando en lo que puedo ser útil. He sido gerente de una compañía a la que ingresé como operario y fui vicepresidente de una cámara industrial después de haber sido dirigente sindical dentro de la misma compañía. Compartí horas con Bemberg y con Ubaldini. Tengo el valor agregado de la escuela y la calle y por eso puedo ser un interlocutor válido con Blatter y con un hincha detrás de un alambrado. Pero no soy candidato a nada. Soy un tipo al servicio de un grupo, el de los buenos.

Gentileza AFA y Diario Popular