El presidente estadounidense Barack Obama se vio obligado a anunciar el envío de 1.200 soldados adicionales de forma temporal a la frontera con México ante reclamos de mayor seguridad en la zona y una fuerte batalla política interna que aleja una reforma migratoria.
Obama se ha comprometido con una reforma migratoria integral que legalice a los once millones de indocumentados en el país, la mayor parte hispanos, pero ha reconocido que para eso necesita el apoyo de los republicanos en el Senado, quienes demandan primero mayor seguridad en la frontera.
"La estrategia del presidente, como de mucha gente del Partido Demócrata, es empezar por el lado de control de la frontera y de ahí ir más hacia una reforma amplia del sistema migratorio", estimó a la AFP el experto en temas fronterizos del Instituto de México del Wilson Center, Eric Olson.
Obama envía de forma temporal a los 1.200 soldados de la Guardia, que se unirán a los más de 300 ya en la zona, para realizar misiones antidrogas mientras se entrena personal de agencias civiles, según una carta de la Casa Blanca enviada el martes a la Comisión de Servicios Armados del Senado.
Las desaveniencias de Obama con los senadores del Partido Republicano quedaron de manifiesto en una reunión que sostuvieron el martes en el Congreso, durante la cual el mandatario les pidió cooperar en el estudio de una reforma migratoria.
"Tuvimos una conversación larga y no nos pusimos de acuerdo", dijo el senador por Arizona John McCain a la salida de la reunión.
©AFP / gustavo izús
"Simplemente no es suficiente", dijo después McCain sobre el anuncio de Obama de enviar las tropas y solicitar 500 millones de dólares más para la seguridad fronteriza, al introducir una enmienda de una ley de financiamiento de la guerra para asegurar fondos para enviar 6.000 soldados a la frontera.
El anuncio de Obama también fue una señal para imponer su autoridad y decirle al Congreso que el envío de tropas a la frontera le corresponde a él como comandante en jefe y no al Congreso, indicó Olson.
"No existe precedente en la historia moderna de que el Congreso dé instrucciones al Presidente para que movilice guardias de la manera que se pretende con la enmienda" de McCain, señaló la carta de la Casa Blanca al Senado.
El Estado de Arizona, fronterizo con México, es el epicentro de la batalla en el tema migratorio: allí McCain, ex rival presidencial de Obama, libra una intensa campaña para su reelección en el Senado, y es el escenario de una inédita ley que declara delito estatal la inmigración ilegal.
Esa ley ha sido rechazada por Obama, quien ordenó a sus funcionarios estudiar si es impugnada judicialmente.
La medida de Obama fue anunciada una semana después de la visita de Estado a Washington del presidente mexicano, Felipe Calderón, quien clamó por mayor cooperación en la lucha contra el narcotráfico, cuya violencia ha dejado casi 23.000 muertos en más de tres años.
Pero el anuncio de Obama "tiene que ver mucho más con cuestiones internas, la demanda de la población en la frontera y el desafío político que viene de Arizona, y no tiene nada que ver con la falta de confianza en el presidente Calderón o su visita", estimó Olson.
De hecho, la primera respuesta de México fue cauta y se limitó a pedir que las tropas en la frontera persigan al crimen organizado y no a los inmigrantes.
La medida no sólo tuvo poco eco en los reticentes republicanos, sino que fue criticada por organizaciones hispanas, que lo vieron como un gesto débil.
"Tomar este paso sin un anuncio de próximos pasos o un calendario para arreglar nuestro quebrado sistema migratorio es inadecuado y muy decepcionante", dijo la presidenta de La Raza, la principal agrupación hispana, Janet Murguía.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff