El estado de excepción decretado por el gobierno en cinco departamentos (provincias) paraguayas llegó ayer a su fin, con críticas sobre los resultados obtenidos.
La medida fue adoptada debido a hechos violentos protagonizados por el ilegal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) que, según el gobierno, es un número reducido de personas reunidas para cometer actos delictivos.
El presidente Fernando Lugo se reunirá mañana martes con autoridades de los cinco departamentos para analizar si se reimplanta o no el estado de excepción. En el mes que duró la medida, que permitió la intervención de militares en la búsqueda de los integrantes del EPP, no fue capturado ni uno de los supuestos cabecillas buscados del grupo.
El gobierno sin embargo destacó que en este mes fueron detenidos numerosos delincuentes comunes y que existe mayor tranquilidad en los departamentos afectados por la medida.
"El estado de excepción fue, en realidad, una gran decepción", dijo hoy el diputado Carlos Soler, del independiente partido Patria Querida.
"Los resultados del estado de excepción, en términos generales, fueron muy pobres, para no decir pésimos", expresó por su parte el senador Hugo Estigarribia, quien preside la comisión de Defensa Nacional y Fuerza Pública.
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