La tensión entre Corea del Norte y del Sur se intensificó hoy con la afirmación de Pyongyang de encontrarse "como en fase de guerra", la convocatoria en Seúl al Consejo Nacional de Seguridad y la advertencia norteamericana de "consecuencias" para el gobierno norcoreano.
Un informe culpó al norte por el hundimiento de una corbeta surcoreana y la muerte de 46 marineros. Pyongyang rechazó la afirmación y dijo que en caso de represalia, "con el pretexto del naufragio de la nave de guerra, Corea del Norte reaccionará con fuerza, con un castigo despiadado", aseguró un funcionario citado por la agencia oficial KCNA.
El gobierno norcoreano prometió hacer pedazos "el pacto de no
agresión" y congelar todas las relaciones intercoreanas si Seúl
intenta que se aprueben sanciones como reacción al hundimiento
de la corbeta "Cheonan", el 26 de marzo.
El jueves, la comisión internacional promovida por Seúl
atribuyó a Corea del Norte la responsabilidad en el hundimiento
de la corbeta.
Entretanto, en Seúl el presidente Lee Myung-bak convocó al
Consejo Nacional de Seguridad y definió como "una violación del
armisticio" y una clara "provocación militar".
El presidente prometió "decisión" en todas las cuestiones
entre ambos países, e invitó a los ministerios competentes
-incluyendo el de Defensa- a estudiar "contramedidas
sistemáticas y resueltas".
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