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AMPLIARLa torta gay

Mansilla y Cano votarán en contra del matrimonio homosexual

Así lo asegura la revista Parlamentario, especializada en temas que aborda el Congreso. El informe, titulado "Voto a voto, cómo viene en el Senado el debate del casamiento gay", asegura que los números indican que 33 senadores de todos los bloques avalarían el matrimonio gay, mientras que 27 se opondrían. En tanto los que están en duda suman doce. Nómina completa de los tres sectores.

El primer escalón de la ley que autoriza el casamiento entre personas del mismo sexo antes de su ingreso al recinto de la Cámara alta, previsto para después del Mundial de Fútbol, será la Comisión de Legislación General, que preside la puntana Liliana Negre de Alonso, quien fue una de las primeras en anticipar su voto contrario.

De acuerdo con lo informado a Parlamentario, la comisión convocará a audiencias públicas a todos los actores que tienen que ver con el tema, para exponer sus argumentos a favor o en contra de la propuesta. La idea de los legisladores que integran la comisión es escuchar a todos, para luego emitir el correspondiente dictamen.

Empero, lo de las audiencias es una mera formalidad institucional, dado que la mayoría de los senadores, según lo revelado a Parlamentario, ya tiene una posición tomada, salvo una docena de legisladores.

Lo que se descuenta es que habrá dos de comisión: uno por mayoría y otro de minoría. El primero seguramente será impulsado por la titular de la comisión, que propondría una sustancial modificación al texto aprobado por la Cámara baja. Esta posición tendría el aval de ocho senadores. En tanto, el dictamen de la minoría avalará -sin medias tintas- la media sanción de Diputados. Con esta postura están seis legisladores. De los 15 miembros de la Comisión de Legislación Penal, sólo un senador no tiene una posición definida.

Sin embargo, los números serán diferentes cuando los dos dictámenes ingresen al recinto. De acuerdo con el relevamiento realizado por Parlamentario, 32 senadores votarán a favor del matrimonio gay, en tanto que 28 se opondrán, con lo cual la decisión final estará en las manos de los 12 indecisos.

Un primer análisis de parte de los que tienen el sí en la boca, es que en caso de asistir los 72 miembros de la Cámara alta no suena a utopía seducir a cinco legisladores que hoy están en duda. Claro que para conseguir ese objetivo se necesita de una ingeniería política que ha quedado en manos de las huestes de la bancada del Frente para la Victoria, en particular de Miguel Ángel Pichetto, en sintonía con la postura del diputado nacional Néstor Kirchner.

Otra de las especulaciones que realizan los que están a favor es que no estén los 72 a la hora de la verdad, sino que un par de ellos peguen el faltazo por enfermedad, por una misión al exterior o directamente por pedido de NK, para que algunos senadores oficialistas se retiren a la hora de la votación, tal cual sucedió en Diputados. De acuerdo con este panorama, el camino está abierto para convertir en ley el controvertido proyecto.
Cara a cara

Lógicamente los doce senadores ubicados en la grilla de los indefinidos se convierten -hasta que el proyecto sea abordado en el recinto- en el trofeo de caza de la jerarquía católica y también de los evangelistas, los que de acuerdo con relatos que circulan generosamente por ambas cámaras quedaron con la sangre en el ojo por la derrota en la Cámara baja, por lo que apuestan a revertir este traspié.

Claro que la tarea de persuasión a los legisladores no es pública, sino limitada a recoletos lugares alejados de miradas curiosas, como es el estilo de los representantes eclesiásticos.

Precisamente para evitar o frenar esta ofensiva, además de saturar los correos electrónicos de los senadores, los dirigentes de la Federación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) ya han comenzado los pedidos de entrevistas con los senadores que no tienen decidido el voto, o que por ahora prefieren jugar al misterio, como se comenta en la Cámara alta.

Una tarea que se hará extensible a sus delegaciones en el interior para que hablen con los legisladores que están en contra o en el sector de los indefinidos. “Les vamos a pedir que digan públicamente las razones de sus posturas a favor y en contra”, afirman, mientras hacen números, como antes hicieron en Diputados.

De acuerdo con lo relatado a Parlamentario por sus principales dirigentes, consideran que cuando se trate el proyecto en el recinto, más de uno de los indefinidos les darán la razón respecto a tener los mismos derechos y no seguir siendo discriminados por el conjunto de la sociedad, como sucede ahora.

Puertas adentro. La libertad de conciencia otorgada por todos los bloques permite dejar atrás las diferencias ideológicas y que estén codo a codo Miguel Ángel Pichetto, Gerardo Morales, Luis Juez y María Eugenia Estenssoro, por citar ejemplos más que didácticos sobre las conductas que se asumen en temas que no son económicos o políticos.

Claro que más de uno de ellos se ve obligado a fijar una posición en cuestiones que no forman parte del lenguaje político habitual. Hablar de la sexualidad, de los derechos de las llamada minorías, de la adopción en matrimonios no conformados, como lo indica la tradición, es espinoso, por no decir traumático, como admiten en las conversaciones informales.

También incide en las conductas a asumir en el recinto la influencia de la Iglesia Católica, en particular, dado que los evangelistas no tienen peso orgánico en casi ninguno de ellos. En ese sentido, más de un senador no deja de reconocer el lobby que están realizando los obispos de sus provincias, y hasta en algunos casos dicen que en las misas se menciona lo “antinatural del matrimonio gay”.

Un mensaje directo que los pone contra la pared sin margen para duda a muchos de ellos, especialmente a aquellos senadores del norte, donde la Iglesia tiene un fuerte predicamento.

También a la hora de repasar las decisiones se afirma que más de un integrante del bloque del FpV votará favorablemente, en tren de mantener una disciplina partidaria, y en otros porque el jefe del PJ Néstor Kirchner está de acuerdo.

Toda ley tiene un contexto, como se enfatiza en las crónicas parlamentarias. Y sin lugar a dudas, ésta del matrimonio gay alimenta más de una versión. Por ahora, los indefinidos tienen la última palabra, aunque en las huestes kirchneristas ya avizoran un buen horizonte para cuando se trate en el recinto el proyecto. Ellos confían que tendrán la mayoría necesaria para convertir en ley el matrimonio gay.