Desde hace un tiempo los jóvenes gritan en silencio. Lo hacen a través de los excesos. Los adultos se rasgan las vestiduras cuando aquellos rompen el sistema. Entonces salen a reprimirlos de distintos maneras. Penitencias obsoletas, quitas de “privilegios”, recortes de horarios de salidas y algunas otras. La gran mayoría de ellos se olvido que la solución puede estar en un diálogo fluido y respetuoso.
Ahora si desde pequeño el hijo no tuvo comunicación adecuada con sus progenitores , será más difícil comenzarla en la adolescencia.
Tampoco es imposible conseguir hablar con los jóvenes de la casa. Ellos esperan , dan oportunidades , quieren hacerlo siempre pero encuentran todos los caminos cerrados por motivos que los adultos creen que son más importantes. El trabajo, el dinero, los gastos, la vivienda, son muy importantes en cualquier familia, pero la prioridad es la comunicación entre todos sus miembros.
Ahora invade una gran preocupación por el llamado ,a través de una red social, a realizar otra yuta (rateada en idioma porteño) masiva. Causan risas las declaraciones de adultos que son padres, jueces, periodistas, comunicadores, empresarios de la educación y funcionarios. Hablan de soluciones, como siempre, coyunturales para zafar de la situación que tomó un gran estado público desde los medios.
Ninguno, todavía no lo escuché, habló del porque de ese faltazo masivo que sucedió primero en Mendoza por primera vez y luego en Buenos Aires.
La yuta colectiva data de hace muchos años. Pocas veces fue completa en una o varias escuelas o colegios, pero la individual fue antes y también ahora cosa de todos los días y en casi todas las instituciones educativas. Además muchos de los que actualemente condenan el hecho fueron grandes yuteros y sin embargo el mundo siguió andando..
Alguien se preguntó porque estos jóvenes ahora tienen esa actitud o porque lo hacen de esa forma. No será que están harto de los adultos que se creen los dueños de la verdad y no escuchan reclamos porque siempre tienen “algo más importante que hacer antes de hablar con este pelotudo que no sabe lo que quiere”.
El caso es que se busca a toda hora cortar con represión “la rebeldía” sana o no, que lleva a estos chicos a realizar planteamientos. Pareciera que todos esos “padre-madre fachos” nacieron adultos sin pasar por la niñez ni la adolescencia.Manuales para ser buenos padres no hay, tampoco para ser solamente padres, pero si hay ahora más comunicación que antes.
Entonces hable , pregunte e indague, y sino puede en forma personal hágalo con mensajes de textos o email, seguro que de cualquier forma respuestas va a tener. No la que todo padre le gustaría, pero siempre se está a tiempo para modificar conductas y actitudes en aquellos que recién están conociendo este mundo cada vez más perverso y cruel con ellos. Y encima no son los culpables.¿Quién no fue joven, inteligente, pícaro y pavo alguna vez?
Daniel A. Villalba
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