A partir de las 21 en el MUNT se pondrá en pantalla “Días de radio”, dirigida por Woody Allen, una divertida comedia sobra la radio en los ’40. Mientras que media hora más tarde en Patio Lorca se verá “Romero”, dirigida por John Duigan. Un film sobre la situación política que vivía El Salvador a finales de los 70 y comienzo de los 80.
Ambas con entrada libre y gratuita
A las 21 en el Ciclo de Cine 1001 películas se pondrán en pantalla, en el MUNT, “Días de Radio” (1987), una divertida comedia dirigida por el inteligente de Woody Allen.
Esta historia está contada desde la perspectiva de un niño judío que vive con su peculiar familia en un barrio de clase media, quien sólo conoce la realidad a través de las ondas, circunstancia que es aprovechada por Allen para rendir un homenaje a la radio de los años 40. En ese Brooklyn nos encontramos con Joe, un chico judío, pelirrojo y radioacdicto, que sueña con ser como su héroe, El vengador enmascarado. Poco a poco, y gracias a sus nostálgicos recuerdos, iremos conociendo más a Joe y nos enteraremos de que al chico le gusta más divertirse que ir al colegio, y que está descubriendo a las chicas.
Mientras que a las 21.30 en el Ciclo de Cine Latinoamericano se proyectará en Patio Lorca, “Romero” (1989), dirigida por John Duigan.
Dispuesto a posicionarse al lado de los más necesitados, Monseñor Óscar Romero recorre los barrios de chabolas (villas) de Aguilares, en El Salvador, en compañía de su amigo y colega el prelado Grande. Es el día de los comicios electorales de 1977, pero las libertades individuales y colectivas no parecen aún garantizadas en este país centroamericano. Como muestra, un autobús repleto de campesinos dispuestos a ejercer su derecho ciudadano es recibido en las cercanías de Aguilares con una ráfaga de disparos por parte, según fuentes policiales, de unos guerrilleros comunistas dispuestos a boicotear las elecciones municipales.
En la situación política que vivía El Salvador a finales de los 70 y comienzo de los 80, descubrimos a un sacerdote más bien conservador. No termina de entender lo que su amigo Rutilio Grande hace con las comunidades. “Vais demasiado deprisa” le dice. Mientras que el padre Rutilio ve a Cristo “abajo con nosotros, construyendo su reino”. Efectivamente, algunos sacerdotes que están implicados con los problemas sociales de la gente y la falta de respeto a los derechos humanos, son acusados de subversivos y comunistas.
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