Al cierre de esta edición la Cámara baja continuaba debatiendo la iniciativa que habilita a personas del mismo sexo a contraer matrimonio y a adoptar niños, cuestión que constituyó el principal cuestionamiento a la norma y generó divisiones en la mayoría de los bloques. La sesión especial comenzó a las 14.30 de ayer y se estima que se votaría esta madrugada.
A diferencia de otras cuestiones, los bloques tanto del oficialismo como de la oposición dispusieron libertad de acción a sus integrantes a la hora de votar, como sucedió con el debate de la ley de divorcio y la de salud reproductiva.
El proyecto es respaldado por los bloques de centroizquierda, el GEN y
el socialismo y parte del Frente para la Victoria, la Coalición Cívica,
la UCR, el Peronismo Federal y algunos legisladores del bloque del PRO.
Entre los que manifestaron reparos para apoyar el dictamen de
mayoría, los discursos coincidieron en la necesidad de la universalidad
de la unión civil sin posibilidad de adopción.
La encargada de
defender el dictamen de mayoría, la diputada nacional Vilma Ibarra
(Nuevo Encuentro) afirmó que el proyecto "otorga derechos a quiénes los
tenían restringidos" y protege legalmente a los niños adoptados por
homosexuales.
"Hay cientos de niños adoptados por parejas
homosexuales porque es una facultad otorgada desde siempre en la ley de
adopción, que no pregunta si alguien es heterosexual u homosexual",
explicó Ibarra, al hablar en el recinto.
Más allá del dictamen
de mayoría que debatía el pleno de la cámara baja, otros bloques como
el PRO, la Coalición Cívica y el Peronismo Federal presentaron
despachos de minoría.
En tanto, en representación de uno de
los dictámenes de minoría, Federico Pinedo (PRO), admitió que no todos
los integrantes del bloque respaldarán ese texto y se pronunció a favor
de una unión civil que, dijo, otorga más libertades que las que tienen
actualmente los contrayentes de un matrimonio civil.
Pinedo
destacó que esa propuesta no ingresa en ese debate de fondo por la
adopción "porque no queremos se obligue a los jueces a otorgar
posiciones cuando podrían considerar que no es lo más conveniente para
un caso concreto".
La postura de la Coalición Cívica fue
expuesta por la diputada Alicia Terada, quien dijo profesar el budismo
y se mostró a favor del reconocimiento de los derechos civiles "de
todas las personas no sólo de las del mismo sexo" y propuso la creación
de una "unión familiar".
"Abogamos por una una unión que
comprenda a todas las instituciones y establezca los mismos derechos
para todos", afirmó Terada, quien destacó que "hay personas que, sin
tener lazos sanguíneos, constituyen una familia y que también tienen
derechos", a la vez que se mostró "en contra de cualquier tipo de
discriminación".
Por su parte, y en representación del tercer
dictamen de minoría, el diputado del Peronismo Federal, el puntano
Mario Merlo, se pronunció en contra del dictamen de mayoría, al
advertir que "lo que está en juego es el concepto de matrimonio y no la
consideración sobre las personas homosexuales y sus derechos".
Para
Merlo, "objetar una diferencia no es discriminar; las convenciones
internacionales y el Código Civil no discriminan cuando exigen el
requisito de hombre y mujer; no es verdadero que el matrimonio de
heterosexuales discrimine; es justo tratar lo desigual, desigual".
En
cambio, el titular del bloque Peronismo Federal, Felipe Solá, se
pronunció enfáticamente a favor del matrimonio entre personas del mismo
sexo, al considerar que "el amor no es propiedad de los heterosexuales"
y afirmó que con esta iniciativa "estamos haciendo justicia para
quiénes no eligieron su condición sexual".
También, desde el
oficialismo, la diputada nacional Juliana Di Tullio (Frente para la
Victoria) expresó su apoyo a habilitar el casamiento entre personas del
mismo sexo por entender que el matrimonio "no puede estar restringido
para una porción de la sociedad".
En esa misma línea, el
diputado socialista, Roy Cortina, sostuvo que con la aprobación de esta
norma "estamos ampliando la esfera de las libertades y poniendo fin a
una exclusión que la realidad ha vuelto anacrónica".
Por su
parte, el diputado de Solidaridad e Igualdad, Eduardo Macaluse,
manifestó su respaldo al matrimonio entre personas del mismo sexo y
puso de relieve que con esta iniciativa "estamos desmontando una
barrera discriminatoria".
El proyecto -que reúne iniciativas
de la ex diputada socialista Silvia Augsburger y de la propia Vilma
Ibarra- otorga derechos a beneficios previsionales, licencias
especiales y extraordinarias, asignaciones familiares y a obras
sociales, entre otras cuestiones, como el uso de bienes compartidos.
La
propuesta, debatida desde el año pasado en la cámara baja, contó con el
respaldo de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y
Transexuales (FALGBT) y de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), que
presenciaron el debate y aplaudieron los discursos en defensa de la ley
desde los palcos.
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