Las organizaciones sociales rompieron ayer su idilio de cuatro años y medio con el gobierno de Evo Morales con una huelga de 24 horas que paralizó parcialmente a Bolivia y en La Paz terminó con una docena de trabajadores presos tras un enfrentamiento con la policía.
Al menos doce personas fueron detenidas cuando la policía intentaba disolver una marcha hacia la sede de los fabriles, en el centro de La Paz, que la policía roció de gases para obligar a los dirigentes de ese sector a suspender una huelga de hambre que cumplió hoy diez días.
Los gases inundaron el quinto piso del
edificio y obligaron a
los huelguistas a refugiarse en los pasillos y escaleras.
"Esta represión es peor que la de las dictaduras. Nos han
querido intoxicar", declaró Martín Ajacopa por teléfono.
La
policía enfrentó con gases también otras marchas de
trabajadores de la salud, la educación, las universidades, los
gremiales y de las minas estatales que pretendían ingresar a la
plaza principal y paralizaron el centro lanzando petardos de
dinamita al aire.
Además de un mayor aumento salarial, los
trabajadores exigen
atención para sus demandas sectoriales y piden ahora la renuncia
de los ministros de Gobierno, de Trabajo, de Obras Públicas y de
Educación.
Los fabriles, que iniciaron la protesta hace diez días,
bloquearon la autopista que comunica a La Paz con El Alto y
marcharon gritando "Evo, cuidado, el pueblo está emputado" y
"salarios sí, aviones no".
Hubo marchas similares en el interior,
en rechazo al aumento
del 5 por ciento que decretó el presidente Evo Morales el
primero de mayo, pese al rechazo previo que anunciaron los
trabajadores.
Los fabriles piden un aumento del 12 por ciento.
Los de la
salud del 15,6 por ciento y los maestros un salario mínimo de
7.500 bolivianos (1.080 dólares) que triplicaría el que perciben
actualmente.
En Cochabamba, en el centro del país, la
movilización fue
"una marcha fúnebre" para pedir al gobierno que "entierre" el
aumento del 5 por ciento. Los fabriles bloquearon los
caminos a Santa Cruz y Oruro.
En Oruro, a 220 kilómetros al sur
de la Paz, los trabajadores
de la salud encabezaron la marcha contra "la burla del gobierno"
y exigiendo un aumento mínimo del 25 por ciento. Lo mismo
ocurrió en Sucre, capital de Chuquisaca, y Tarija, según los
informes de radio.
El gobierno, por su parte, reiteró su negativa a dar un aumento mayor, argumentando que podría desatar un proceso inflacionario incontrolable, y amenazó con descontar el día no trabajado a los huelguistas, cuya protesta considera ilegal.
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