En la 36º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el viernes, Sandra Russo presentó su libro “Jallalla: la Tupac Amaru, utopía en construcción”. Durante la disertación, Milagro Sala ironizó: “estamos mal porque los kirchner avivaron a los negros, dándoles de comer”. Por su parte Russo sostuvo que “este libro es muy emocional y político”. Por Sebastián Ganzburg, desde la Feria del Libro.
No faltaron los militantes tupaqueros.
“Este libro es muy emocional y político”, expreso Sandra Russo, el viernes en la 36ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Fue al presentar su último trabajo, Jallalla: la Tupac Amaru, utopía en construcción.
Cientos de personas esperaban ansiosas la llegada de la protagonista de esta interesante obra cuyo valor histórico todavía no podemos calcular, pero sin dudas es importante.
“Hay que defender el modelo”, enfatizó la revolucionaria y aseguró que “en Jujuy muchos se escandalizan porque ahora los pobres se pueden comprar una moto, zapatillas o desodorantes de marca. Entonces esa gente se pregunta ¿cómo puede ser que esos negros tengan plata?, seguro que están en el narcotráfico, pero cuando ellos se compran algo con la plata del pueblo tenemos que felicitarlos”, dijo Milagro, generando los aplausos que hicieron vibrar la sala Jorge Luis Borges, completamente colmada. Mucha gente quedó afuera lamentándose no poder entrar. Media hora antes de que comience el evento no había lugar.
Varios militantes de la Tupac, quienes portaban banderas con la cara del Che y Evita, se emocionaban ante semejante acontecimiento: una india en la Feria Internacional del Libro, que habla bien del gobierno y defenestra el neoliberalismo.
Anteriormente Sandra Russo explicó la dificultad que le causó escribir el libro y convencerla a Milagro de hacerlo. “Yo no quería, me andaba esquivando como coya que soy. Coya con orgullo, porque nuestros abuelos nos enseñaron que con el silencio y la sabiduría nos preservamos”, mencionó Sala con su inconfundible tonada jujeña y callejera.
Más adelante hizo mención a estos 200 años de historia. “Felicitamos al Bicentenario, está todo bien. Pero los pueblos originarios venimos luchando hace 517 años cuando llegó Colón a decirnos qué tenemos que hacer”, disparó. En este sentido sostuvo: “queremos leyes que defiendan lo nuestro, que en la escuela se enseñe nuestra cultura, que se hagan homenajes a la Pachamama y el Inti Raymi (Dios del Sol y el ancestro de los Incas)”.
Haciendo gala de su estilo directo y sin dobleces se refirió a la oposición. “Hoy se nos ponen en frente los Morales, los Menem, quienes dicen ser oposición”, sin embargo “¿cuándo rindieron cuenta de los compañeros muertos el 19 y 21 de diciembre (2001), de Malvinas, de los 30.000 compañeros desaparecidos? entonces, ¿quiénes son ellos para pedirnos rendición de cuentas?”, se preguntó.
Al respecto hizo mención a la pelea con el senador Morales (UCR). “Mi único error fue no tener testaferros. Porque ellos tienen testaferros de testaferros. Son unos chorros”.
“Yo no era kirchnerista”
Sostuvo la líder del movimiento Tupac Amaru, el más importante según las apreciaciones de la periodista Sandra Russo. “No era kirchneristas, pero estos (por la oposición) me obligaron a serlo. En los canales me machacaban la cabeza con ‘es kirchnerista, es kirchnerista, hasta que al final me hice kirchenrista’”, explicó.
A su vez ironizó al relatar que “estamos mal porque los kirchner avivaron a los negros, dándoles de comer”. Por último sostuvo: “no somos contadores, ni ingenieros pero hicimos casas, todo esto por la desesperación de no vivir mal”. Por ultimo aseveró que “la consecuencia del libro son los miles de compañeros que hoy viven mejor”.
“Muchas veces los que leemos tenemos que cerrar la boca, escuchar y aprender”
Reflexionó Sandra Russo antes de que hablara Milagro. “Nuestra idea de argentinidad está teñida de sangre. En el año del Bicentenario debemos abrir el corazón y ver la sangre de los pueblos originarios porque siempre quisimos vivir en un país europeo y así nos fue”.
Finalmente destacó la actitud de maternidad de Sala quien adoptó más de una docena de chicos y chicas que sacó de la calle y drogas. “Milagro sabe que quiere hacer” por eso “percibí que acá hay verdad”.
En la sala estaba el periodista Osvaldo Barone, el ministro de Cultura de la Nación, Carlos Coscia, decenas de militantes de la Tupac Amaru, una multitud de personas. Al finalizar la presentación, Milagro estuvo casi una hora firmando ejemplares. Los tupaqueros cantaban por una revolución indígena. No faltó la octogenaria de clase media porteña que asombrada le preguntó a su amiga: ¿a quiénes están escrachando?
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