A 41 días del inicio del Mundial Sudáfrica uno de los goleadores más esperados es un australiano.Tim Cahill tiene el don de estar siempre en el sitio adecuado en el momento justo.
Es una virtud increíble que le ha valido para alcanzar el estrellato en su Australia natal y para granjearse la adoración de los aficionados del Everton, que están encantados con la frecuencia con la que el jugador golpea el banderín de córner para celebrar sus goles.
Esa facilidad pasmosa para marcar tantos desequilibrantes en los momentos decisivos sirvió al polivalente mediocampista hace cuatro años para inscribir su nombre en la historia del fútbol australiano. Cahill se convirtió en autor del primer gol de Australia en una Copa Mundial de la FIFA y posteriormente anotó otro para sentenciar la victoria de los Socceroos contra Japón y otorgarles el pase a octavos de final. En la fase eliminatoria, un penal del italiano Francesco Totti en tiempo de descuento hizo añicos los sueños de Cahill y los suyos en Alemania 2006.
Cahill también se llevará recuerdos de Alemania de esta nueva edición del certamen. La tricampeona del mundo será el primer rival de los australianos en la fase de grupos, un emparejamiento que supone una auténtica amenaza para las aspiraciones de los Socceroos. Sin embargo, Cahill está viviendo un gran momento de juego en Goodison Park tras un comienzo de temporada algo lento y está deseando minar las esperanzas alemanas y escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol australiano con él y su equipo de protagonistas. Ahora que se acerca uno los mejores momentos de su vida, FIFA.com ha hablado con Cahill sobre el desafío que representa derrotar a Alemania, sobre su reputación como revulsivo de la selección australiana y sobre lo que espera, en calidad de embajador de UNICEF, que la Copa Mundial aporte a Sudáfrica.
¿Qué recuerdos tiene de cuando veía de niño la Copa Mundial de la FIFA?
Los recuerdos que tengo de niño son de Roberto Baggio mandando aquel penal a las nubes (en Estados Unidos 94) o de la revelación de (Toto) Schillaci en Italia 90, aquel hombre que marcaba goles para Italia cada vez que saltaba al terreno de juego. Además, yo intentaba emular a jugadores como Bebeto y Romario. Me gustan los futbolistas como Bebeto y Schillaci, jugadores oportunistas que aprovechan el momento, que hacen algo diferente y consiguen que pasen cosas.
Usted “aprovechó el momento” en el partido contra Japón de Alemania 2006. ¿Le decepcionó empezar el partido sentado en el banquillo?
Ya lo creo, me decepcionó mucho, aunque visto con perspectiva teníamos tan buen equipo que entiendo por qué el seleccionador [Guus Hiddink] tomó la decisión. Además, aquello me permitió conseguir uno de mis mayores logros en la vida: salir desde el banquillo y meter dos goles, incluido el primer gol de Australia en un Mundial. Visto así, no puedo quejarme.
En la última Copa Mundial de la FIFA, cayeron eliminados ante Italia con un penal de Francesco Totti en el tiempo añadido. Aquella jugada les dejó sin cuartos de final. ¿Cómo se sintió?
Nos dolió mucho, sobre todo porque el penal se señaló cuando la prórroga estaba muy cerca y ellos jugaban con un hombre menos. Recuerdo que me quedé de pie, con las manos en la cabeza y pensando: “Por favor, no acabes con mis sueños”. Lo único positivo que saco es que Italia acabó ganando la Copa Mundial y que, probablemente, fuimos el rival más difícil que tuvo. Pero creo que no hay mal que por bien no venga. Para nosotros, fue una gran experiencia, porque nos demostró que, si no castigas a un equipo con diez hombres durante 90 minutos, todo puede pasar.
Australia inicia su andadura en la Copa Mundial con un partido ante Alemania. ¿Cómo espera que sea el encuentro?
Será muy difícil. Estaba sentado viendo el sorteo y pensé: “¡Vaya por Dios!”. Como la última Copa Mundial fue en Alemania, me trajo varios recuerdos. Sabemos que son muy disciplinados y tácticamente muy fuertes, pero, como es el primer partido, es posible que los pillemos fríos.
Lo más especial sobre los partidos de la fase de grupos del Mundial es que se reducen a 90 minutos, a lo sumo 93 minutos, de fútbol. Son partidos a todo o nada en los que puede pasar cualquier cosa. Un empate y una victoria puede servir a veces para pasar de ronda, independientemente del resultado del primer partido. Estoy ilusionado. Creo que lo más importante para nosotros es ir partido a partido y no pensar en lo que vendrá después.
En el mundo del fútbol se dice siempre que nunca hay que descartar a Alemania. ¿Por qué cree que es así?
Creo que se dice porque Alemania está siempre en la pelea en todas las competiciones que disputa. En muchos torneos empieza de forma lenta y crece a medida que avanza la competición. Supongo que se debe a su disciplina, a su formación, a sus jugadores y a su minuciosidad dentro y fuera del terreno de juego. Sentimos mucho respeto por su selección y por su país, pero jugaremos igual de disciplinados que ellos.
A usted se le ha descrito como el revulsivo de Australia. ¿A qué se debe?
Creo que tengo una habilidad especial para marcar goles y de estar en el sitio adecuado en el momento justo, aunque mi prioridad es trabajar duro y hacer un buen papel para el equipo. Es fantástico que la gente diga eso de mí, pero debo asegurarme de seguir marcando de forma regular. Y eso es difícil en el fútbol de selecciones, ya que el juego suele ser más lento y muchos equipos se cierran detrás del balón, así que debo arreglármelas para marcar a balón parado o metiéndome detrás de la defensa rival. Hay que intentarlo una y otra vez, sin parar.
Usted ya no es un secreto, pero ¿qué jugador de la nueva generación de Socceroos cree que brillará en Sudáfrica?
Hay varios jugadores con posibilidades. Dario Vidosic, que juega en el Núremberg, es muy rápido. También está Alex Brosque, que juega en la A-League y que siempre que entra lo hace bien. O Nicky Carle, también. ¡Ya tiene tres nombres a los que seguir la pista!
Para acabar, usted realiza una labor importante para la UNICEF y otras organizaciones benéficas. ¿Qué espera que aporte una Copa Mundial celebrada en Sudáfrica?
Como futbolistas, nos contamos entre las grandes estrellas del planeta. Es bonito inspirar a los niños a que lleven una vida mejor, a que coman bien y a que intenten ir por el buen camino. Creo que si consigues cambiar la forma de pensar de uno de cada diez niños, o incluso de uno de cada mil, ya has hecho tu trabajo. Y si puedes usar tu imagen para ayudar de alguna manera, entonces estoy dispuesto a ello. Tengo la suerte de jugar con el sudafricano Steven Pienaar en el Everton, así que sé mucho sobre el país.
Mucha gente habla de los aspectos negativos, pero cada país tiene sus pros y sus contras. Lo positivo del Mundial es que va a llevar buen fútbol y felicidad a Sudáfrica. Va a inspirar a la gente que vive allí, gente que aspira a ver cómo su país alberga una de las competiciones más importantes del mundo. Por eso me encanta que Australia esté presente en la Copa Mundial. Si, aunque sea por un momento, los niños se alejan de las calles y sus vidas cambian para bien, estoy seguro de que habrá sido todo un éxito.
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