El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, aseguró ayer que el "estado de excepción" implantado esta semana en el norte del país es diferente al estado de sitio que imponía la dictadura militar de Alfredo Stroessner.
A pedido del Poder Ejecutivo, el Congreso aplicó 30 días de estado de excepción para combatir actos de violencia atribuidos a un grupo armado llamado Ejército del Pueblo Paraguayo.
Organizaciones campesinas y de derechos humanos expresaron
disconformidad con la medida, al recordar las acciones
represivas cometidas por la dictadura, que se valía del estado
de sitio.
"En nuestro país no existe estado de sitio", expresó
Lugo
durante una reunión en el interior, en un afán por poner
distancia entre las prácticas dictatoriales y la medida
propiciada por él.
Además, prometió que durante la vigencia del
estado de
excepción en cinco departamentos (provincias), habrá un respeto
estricto a los derechos humanos.
En tanto, el asesor jurídico de
la Presidencia, Emilio
Camacho, informó hoy que el gobierno se propone ampliar la
función de los militares en la "lucha contra la violencia", y no
solamente durante estados de excepción.
La ley de defensa nacional establece que los militares pueden actuar y usar sus armas solamente en estados de excepción.
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